La temperatura del bebé es un indicador crucial de su salud y bienestar. Como padres, es natural preocuparse por la temperatura de su pequeño, especialmente cuando parece estar enfermo o incómodo. Acá te brindamos un artículo en el que encontrarás información esencial sobre lo normal en términos de temperatura para un bebé, por qué es importante tomar la temperatura y cómo hacerlo correctamente para obtener resultados precisos y tranquilidad para ti y tu bebé.
¿Cuánto es lo normal en términos de temperatura para un bebé?
Es normal que la temperatura de un bebé varíe ligeramente a lo largo del día y en diferentes situaciones. En general, la temperatura considerada normal para un bebé se encuentra entre 36.5°C y 37.5°C cuando se mide axilarmente. Sin embargo, es importante tener en cuenta que estos rangos pueden variar según la edad del bebé, la actividad reciente y el método de medición utilizado. Los bebés recién nacidos tienden a tener una temperatura ligeramente más alta que los bebés mayores.
¿Por qué es importante tomar la temperatura a un bebé?
Tomar la temperatura a un bebé es fundamental para detectar tempranamente cualquier signo de enfermedad o infección. Una fiebre alta puede ser un indicador de una infección, como un resfriado, gripe o infección del oído, que requiere atención médica. Además, tomar la temperatura regularmente puede ayudar a prevenir complicaciones graves y garantizar que el bebé reciba el tratamiento adecuado en caso de enfermedad.
- Detección temprana de enfermedades: tomar la temperatura a un bebé de forma regular permite detectar tempranamente cualquier signo de enfermedad o infección. La fiebre es un síntoma común de diversas enfermedades, como resfriados, gripe, infecciones del tracto respiratorio, infecciones del oído y otras enfermedades virales o bacterianas. Identificar una fiebre en sus etapas iniciales puede ayudar a iniciar el tratamiento adecuado a tiempo y prevenir complicaciones graves.
- Evaluación del estado de salud: la temperatura del cuerpo es un indicador importante del estado de salud de un bebé. Una temperatura dentro del rango normal generalmente indica que el bebé está sano y bien. Por otro lado, una fiebre alta puede ser un signo de que el sistema inmunológico del bebé está luchando contra una infección o enfermedad. Al monitorear la temperatura de forma regular, los padres pueden tener una mejor comprensión del estado de salud de su bebé y tomar las medidas necesarias si se presenta alguna anomalía.
- Prevención de complicaciones graves: las fiebres altas en los bebés pueden provocar complicaciones graves si no se tratan adecuadamente. La fiebre puede causar deshidratación, convulsiones febriles y otros problemas de salud, especialmente en bebés menores de seis meses. Por lo tanto, es crucial tomar la temperatura a un bebé y buscar atención médica si la fiebre es persistente o alcanza ciertos umbrales, según las recomendaciones médicas.
- Seguimiento del progreso del tratamiento: tomar la temperatura a un bebé durante el curso de una enfermedad puede ayudar a los médicos a evaluar la eficacia del tratamiento y ajustarlo según sea necesario. Si la fiebre persiste a pesar del tratamiento, puede indicar que la infección subyacente no está respondiendo adecuadamente a los medicamentos recetados. En este caso, el médico puede recomendar un enfoque de tratamiento diferente o realizar pruebas adicionales para determinar la causa subyacente de la fiebre.
- Tranquilidad para los padres: para muchos padres, tomar la temperatura a su bebé les brinda tranquilidad y seguridad, especialmente durante episodios de enfermedad. El conocimiento de que están monitoreando activamente la salud de su bebé y tomando medidas para garantizar su bienestar puede ayudar a reducir la ansiedad y el estrés asociados con la crianza de un hijo, especialmente en momentos de incertidumbre.
Cómo tomar la temperatura:
- Preparación adecuada: antes de tomar la temperatura de tu bebé, asegúrate de tener todo lo que necesitas a mano. Esto incluye un termómetro limpio y desinfectado, un lubricante a base de agua o vaselina si vas a realizar una medición rectal, y pañuelos o toallitas húmedas para limpiar el termómetro después de su uso.
- Elige el método adecuado: hay varios métodos para tomar la temperatura de un bebé, incluyendo la medición axilar, oral y rectal. La medición axilar (debajo del brazo) es el método más común y seguro para los bebés. La medición oral (debajo de la lengua) es adecuada para bebés mayores que pueden mantener el termómetro en su boca sin morderlo. La medición rectal (en el recto) es el método más preciso, pero debe realizarse con cuidado y solo bajo la orientación de un profesional de la salud.
- Preparación del bebé: asegúrate de que tu bebé esté cómodo y tranquilo. Si es necesario, cógelo en tus brazos y háblale suavemente para calmarlo. Si estás utilizando un termómetro rectal, acuesta al bebé boca abajo sobre una superficie plana y segura, como una mesa para cambiar pañales, con las piernas levantadas hacia el estómago para facilitar el acceso al área rectal.
- Realiza la medición: coloca el extremo del termómetro en el lugar correspondiente según el método elegido: debajo del brazo para la medición axilar, debajo de la lengua para la medición oral, o suavemente en el recto para la medición rectal. Mantén el termómetro en su lugar durante el tiempo recomendado por el fabricante, generalmente entre 30 segundos y 1 minuto. Durante este tiempo, asegúrate de que el termómetro esté en contacto con la piel del bebé y no con la ropa.
- Lee y registra la temperatura: una vez que haya transcurrido el tiempo necesario, retira suavemente el termómetro y lee la temperatura. Registra la lectura en un cuaderno o aplicación de seguimiento de la salud del bebé para tener un registro histórico de las temperaturas. Si la temperatura está fuera del rango normal o si tienes alguna preocupación, consulta a un médico para obtener orientación adicional.
- Limpieza y almacenamiento del termómetro: después de usar el termómetro, límpialo cuidadosamente con agua tibia y jabón o con un paño desinfectante. Almacénalo en un lugar seguro y fuera del alcance de los niños hasta que vuelva a necesitarse.
¿Cuándo llevar a tu bebé al médico por cambios en la temperatura?
Cuando se trata de la temperatura de un bebé, es importante saber cuándo buscar atención médica. Aquí hay algunas pautas sobre cuándo llevar a tu bebé al médico debido a la temperatura:
- Fiebre en bebés menores de tres meses: si tu bebé tiene menos de tres meses y presenta fiebre de 38°C o más, es recomendable buscar atención médica de inmediato. Los bebés menores de tres meses tienen un sistema inmunológico inmaduro y son más susceptibles a infecciones graves, por lo que es crucial que un médico evalúe cualquier fiebre en este grupo de edad.
- Fiebre en bebés de tres a seis meses: si tu bebé tiene entre tres y seis meses y presenta fiebre, también debes consultar a un médico, especialmente si la fiebre es alta o persistente. Si bien los bebés en este grupo de edad tienen un sistema inmunológico más desarrollado que los recién nacidos, aún pueden estar en riesgo de infecciones graves que requieren tratamiento médico.
- Fiebre alta o persistente: independientemente de la edad de tu bebé, si la fiebre es alta por encima de 38°C o persiste durante más de 24 horas, es recomendable buscar atención médica. Una fiebre alta puede ser un signo de una infección más grave que requiere tratamiento médico, como una infección bacteriana.