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Cuando los bebés hacen ruidos raros y muestran síntomas que no habías visto, es común que como padres se preocupen, sobre todo si son primerizos. Sin embargo, esto puede deberse al pujo en los bebés, una afección bastante común en los recién nacidos que puede presentarse por diferentes factores o causas.
Si cada vez que alimentas a tu pequeño notas que hace ruidos y retuerce o pone irritable, no debes alarmarte. Esta situación suele tratarse de una manera fácil y rápida. Sin embargo, si esto no sucede y comienza a presentar síntomas como fiebre o diarrea es importante que acudas a un especialista y, sobre todo, no automediques al bebé.
A continuación, te vamos a explicar qué es y cuáles son sus síntomas, así como las principales causas y algunas recomendaciones para prevenir o disminuir sus síntomas:
El pujo es un tipo de contracción que se realiza de manera involuntaria sobre todo en los recién nacidos. Esto por lo general ocurre entre la segunda y tercera semana de nacidos y se desarrolla por una adaptación que el sistema digestivo realiza al momento de la alimentación.
Asimismo, esta contracción involuntaria suele ser bastante común en los bebés y no suele ser un motivo de preocupación o emergencia para los padres. Además, sus síntomas suelen ser pocos. Sin embargo, en casos de que las quejas de los pequeños permanezcan por muchos días o se muestre muy inquieto y no se calme con nada, lo recomendable es acudir a un especialista cuanto antes.
El pujo en los bebés suele ser fácil de reconocer, ya que presenta los siguientes síntomas:
En caso de que el bebé presente otros síntomas como fiebre y diarrea, es fundamental que no lo automediques y que acudas a un especialista para que evalúe al bebé e indique el mejor tratamiento.
El pujo en los bebés puede ser ocasionado por diversas causas, entre las principales se destacan las siguientes:
El pujo en los bebés es una afección bastante normal y común y aunque sus síntomas son pocos es importante prevenirlo y brindarles a los pequeños el mayor cuidado y bienestar:
Por otra parte, es importante que si el bebé presenta algún síntoma no lo automediques. Lo ideal es que sigas las instrucciones del especialista, así como el tratamiento que indique. Igualmente, esta afección transitoria además de ser normal, suele tener un periodo de duración bastante corto.
Si bien el pujo en los bebés es bastante normal y común, es importante siempre estar pendiente de la evolución de los síntomas y el tiempo de duración del mismo. Además, cada bebé es diferente y no todos se desarrollan y crecen igual. Sin embargo, el pujo debería ser normal hasta los 3 meses de vida. Si se prolongan luego de esa edad debes prestar atención a los síntomas.
Recuerda que su sistema digestivo no está maduro. Además, puede desencadenar otra serie de factores que afecten a su salud. Por último, evita darle remedios caseros o automedicarlo, lo importante es que puedas acudir a un especialista para que evalúe cualquier síntoma que presente el bebé.
Disclaimer
La información contenida en este blog es revisada por médicos especialistas con la finalidad de brindar un
soporte únicamente informativo. Te aconsejamos consultar con tu médico profesional de confianza en caso de
presentar cualquier síntoma o querer iniciar o suspender algún tratamiento acorde a las condiciones médicas. Los
tópicos contemplados en este contenido no se destinan a tratamientos o diagnósticos. Recomendamos nunca
automedicarse y no nos hacemos responsables por la manera en como utilice esta información.
El pujo en los bebés suele darse en las primeras semanas de nacido de forma intermitente por lo que no se tiene un tiempo exacto. Asimismo, este puede presentarse hasta los 3 meses de nacido. Cabe destacar que el pujo no significa que tu bebé haga sus necesidades, por lo que debes prestar atención.
Si usas tetinas para alimentar a tu bebé debes saber que al adquirir un anticólico puedes evitar que el pujo se desarrolle por este factor. Sin embargo, no quiere decir que lo evite por completo, ya que son varias las causas que lo pueden generar.
Los masajes deben ser suaves con movimientos en sentido de las manecillas del reloj, y mover sus piernitas como si fuese en bicicleta y llevándolas hacia el abdomen. Además, es importante que saques muy bien sus gases luego de cada comida.