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El uso de óvulos vaginales como tratamiento de las afecciones ginecológicas como las infecciones, es muy común y, si bien su uso por primera vez puede ser un poco intimidante, son fáciles de aplicar. Pero antes de hacerlo hay consideraciones médicas que debes tomar en cuenta.
Si te has preguntado: ¿es necesario utilizar óvulos vaginales como tratamiento para mi afección? y de ser así, ¿cómo los aplico? Lee el artículo a continuación, encontrarás información interesante que podría ser de utilidad para ti.
Los óvulos vaginales son un medicamento que está compuesto por una base sólida de aceite vegetal. Estos se presentan en forma ovalada, ya que de esta manera facilita su introducción por la vía vaginal. Una vez dentro, la sustancia activa se libera para ayudar a tratar las diferentes afecciones o lesiones que el médico haya diagnosticado.
Síntomas vaginales como la irritación, ardor, sequedad, prurito y flujo irregular, tienen diversas causas. Tratándose de enfermedades infecciosas y parasitarias, las más comunes a tratar con óvulos vaginales son:
Sí, son las más comunes, pero no las únicas. Enfermedades de transmisión sexual (ETS) como por ejemplo la clamidia, pueden cursar con uno o varios de estos síntomas y no precisamente requieren sólo de tratamiento con óvulos. Por otro lado, existen otras enfermedades de tipo sistémicas que pueden generar como consecuencia estas complicaciones vaginales, tales como:
Además, una mala higiene íntima, la elección incorrecta de los productos de higiene, e incluso reacciones alérgicas a los mismos, pueden ser factores predisponentes a tales enfermedades. Aún más importante a considerar, el uso prolongado de medicamentos (antibióticos, hormonas), y la automedicación (uso previo de óvulos vaginales sin indicación médica) pueden complicar la situación preexistente.
Entonces, ¿cómo elegir los óvulos vaginales que necesito para mi tratamiento? En base a lo anteriormente descrito, será necesario que consultes con tu ginecólogo de confianza. Tu historial médico, una citología y cultivos, podrían ser requeridos por el profesional de la salud para orientar el tratamiento definitivo a la causa específica de la afección.
Los óvulos vaginales no solo sirven para tratar las diferentes afecciones vaginales generadas por bacterias y hongos, también son indicados para ayudar en lo siguiente:
Asimismo, los óvulos suelen tener una acción más rápida y directa, ya que se colocan en la zona afectada.
Si bien los óvulos vaginales se usan mayormente para el tratamiento de infecciones, podemos encontrar una variedad de medicamentos bajo ésta misma presentación. Algunas de las indicaciones de estos son las siguientes:
Espermicidas: contienen principios activos que inhiben la actividad de los espermatozoides, evitando que se movilicen hacia las trompas de Falopio, evitando fecundar así al ovocito.
Como terapia hormonal sustitutiva: como su nombre lo indica, son prescritos en casos de deficiencias hormonales específicas, como por ejemplo las observadas en el período post menopausia, o cuando la función endocrina de los ovarios se ve afectada.
Como tratamiento complementario: pueden contener ácido hialurónico y/o ácido láctico e incluso vitamina E, que promueven la cicatrización de heridas, la hidratación y regulación del pH vaginal.
Homeopáticos: así es, puedes incluso conseguirlos a base de medicación homeopática. Por ejemplo, a base de Caléndula officinalis, cuya indicación es como tratamiento coadyuvante.
Para el tratamiento de infecciones bacterianas, micóticas o infestaciones parasitarias: son precisamente los más conocidos y utilizados.
Una vez elegido el tratamiento específico por parte de tu ginecólogo, y de que recibas las indicaciones de la frecuencia y duración, debes prepararte para realizarlo por las noches justamente a la hora de dormir. El uso de los óvulos vaginales no es diferente de la aplicación de tampones, es más fácil inclusive:
Lo harás de adelante hacia atrás para evitar contaminación bacteriana desde el ano a tu zona íntima. De igual forma lavarás tus manos y limpiarás debajo de tus uñas. Es importante que estén bien desinfectadas, ya sea que introduzcas el óvulo directamente con los dedos o uses un aplicador.
Te acostarás en posición decúbito dorsal (boca arriba), puedes subir las piernas tal como lo haces en un examen pélvico para mayor comodidad o hacerlo en posición sentada.
Con la ayuda del dedo índice, posicionarás el óvulo dentro de la vagina lo más profundo posible, hasta llegar al cérvix. Puedes usar un aplicador si los óvulos recetados por tu médico disponen de éste.
Algunos óvulos tienen un extremo más delgado que el otro, posiciónalo según la forma más cómoda de aplicar para ti. El calor corporal se encargará de disolver y distribuir uniformemente el medicamento durante la noche.
Es común que, al levantarte o en las horas posteriores, tengas un flujo abundante. Es tu propio organismo encargándose de retirar de forma natural el excedente de la medicación.
Como entenderás, no es necesario ni recomendable realizar duchas vaginales para retirarlo. Bajo esta particularidad, y hasta culminar el tratamiento, es considerable que uses protectores diarios para así evitar manchar tu ropa.
Asimismo, evita tener relaciones sexuales. Ya que el coito podría causar irritación, ardor, dolor e incluso sangrado.
Además, muchos óvulos contienen excipientes que debilitan y rompen el látex del condón, lo que conllevaría a un posible contagio de la enfermedad hacia la otra persona o, por el contrario, correrías el riesgo de contraer una enfermedad o infección de transmisión sexual. Tu salud es lo más importante, consulta siempre con tu ginecólogo.
El uso de los óvulos vaginales es bastante sencillo, pero recuerda que existen diferentes causas que te pueden estar generando molestias en tu zona íntima. Es por ello que lo mejor es consultar con tu ginecólogo para recibir un tratamiento acertado.
Si existen factores predisponentes, es posible que necesites de medicación adicional. Si el profesional lo considera necesario, te recomendará descartar otras enfermedades que puedan contribuir a la reincidencia de tu afección. Asimismo, es importante saber qué medicamentos en presentación de óvulos estarían contraindicados para tu condición.
La automedicación también puede generar complicaciones médicas o errores en los resultados de la citología o cualquier otro examen. Sé honesta con tu médico, si llegaste a automedicarte, debes notificarle para que pueda tomarlo en consideración a la hora de instaurar el tratamiento más adecuado para ti.
Disclaimer
La información contenida en este blog es revisada por médicos especialistas con la finalidad de brindar un
soporte únicamente informativo. Te aconsejamos consultar con tu médico profesional de confianza en caso de
presentar cualquier síntoma o querer iniciar o suspender algún tratamiento acorde a las condiciones médicas. Los
tópicos contemplados en este contenido no se destinan a tratamientos o diagnósticos. Recomendamos nunca
automedicarse y no nos hacemos responsables por la manera en como utilice esta información.
Lo recomendable es que no se utilice este tipo de medicamento durante el período menstrual. Ya que puede reducir su eficacia. Consulta con tu médico en todo momento y sigue las indicaciones que este te diga.
Todo dependerá de la afección que tengas, por lo tanto, debes consultar con tu médico especialista antes de colocarle cualquier medicamento. De ser el caso, se debe evitar el uso de los aplicadores.
Lo recomendable es no tener relaciones sexuales durante lo que dure el tratamiento. Así como no hacer mucha fuerza o movimientos bruscos. Es por ello que lo ideal es siempre aplicar los óvulos durante la noche al acostarse. De esta manera, el medicamento no se saldrá y actuará con efectividad.