Contenido posible gracias a:
Cuando dejas en cama a tu bebé, seguramente piensas en su seguridad, así que es normal que te preguntes si existe una manera de acostarlo con la tranquilidad de que todo estará bien aun si no puedes estar vigilándolo todo el tiempo. En este artículo encontrarás algunas recomendaciones para acostar a tu bebé en la cama y para que conserves la tranquilidad de saber que estará bien cuando lo dejes allí.
La seguridad de tu bebé es quizás lo que más te ocupa, por eso es importante que el lugar donde lo dejes, bien sea una cama o cuna, le brinde condiciones que no representen un peligro. Las siguientes son ideas fundamentales para asegurar su área de descanso.
Sobre todo para los bebés recién nacidos y, al menos, hasta que cumplan seis meses, la recomendación es que su cuna esté ubicada en la misma habitación de sus padres o cuidadores para que estos puedan vigilar el sueño del bebé especialmente durante las noches. Es muy importante que el bebé tenga su propia cuna y que no duerma en la misma cama de sus padres o cuidadores con el fin de evitar aplastamiento o asfixia. Tampoco es recomendable que duerma con otros niños mayores, menores o de su edad a menos que la cama con barreras o cuna tenga los espacios de cada uno debidamente separados con barreras que no representen un riesgo para ninguno. Algunos pediatras recomiendan ubicar al bebé en su cuna de tal manera que toque la base o parte inferior con sus pies para evitar riesgo de deslizamiento cuando el bebé se mueve. Durante el día cuando el bebé esté acostado descansado en cama o tomando una siesta, asegúrese de cambiarlo de posición frecuentemente sin perturbarlo esto evita que la cabeza de tu bebé puede sufrir deformaciones y los hace fuertes. Si el bebé está despierto y un cuidador está supervisándolo ponerlo boca abajo y de lado es recomendable durante algunos momentos no muy largos (7 a 10 minutos o hasta que el bebé parezca incómodo), el responsable debe estar atento a la reacción del bebé y, de vez en cuando, también sostenerlo en brazos para que descanse. Es muy importante que si tienes dudas frente a cómo acostar a tu bebé las consultes con el pediatra durante las visitas programadas de control. Si tu deseo al poner al bebé en cama es que duerma, el mejor consejo es llevarlo a la cama en las mejores condiciones de seguridad: con el pañal limpio, habiendo sido alimentado, cerciorándose de que expulsó los gases y, por supuesto, con la certeza de que no esté activo y de que, en efecto, tu bebé está en disposición de dormir o de descansar en cama de un largo periodo en brazos.
Entre las mayores amenazas para un bebé que duerme o descansa despierto en cama (mejor si es cuna), se encuentran el riesgo de muerte por asfixia, el riesgo de muerte por aplastamiento y el riesgo de muerte repentina o súbita; aunque no son muy comunes, pueden suceder si no se tienen en cuenta las recomendaciones adecuadas. Recuerda que tu bebé, sobre todo en los primeros meses, no puede quedarse mucho tiempo solo sin la supervisión de un cuidador responsable.
Disclaimer
La información contenida en este blog es revisada por médicos especialistas con la finalidad de brindar un
soporte únicamente informativo. Te aconsejamos consultar con tu médico profesional de confianza en caso de
presentar cualquier síntoma o querer iniciar o suspender algún tratamiento acorde a las condiciones médicas. Los
tópicos contemplados en este contenido no se destinan a tratamientos o diagnósticos. Recomendamos nunca
automedicarse y no nos hacemos responsables por la manera en como utilice esta información.
Este es un síndrome que puede ocurrirles a los bebés antes de sus 12 meses en el que se produce la muerte inexplicable y está relacionado con el sueño del bebé.
La temperatura de tu bebé debe mantenerse en 37 °C, es importante que tengas un medidor de temperatura que te permita cerciorarte continuamente de que tu bebé está en cama a la temperatura adecuada.
La vigilancia de un bebé debe ser constante y permanente, consulta con tu pediatra el tiempo prudente para dejarlo sin supervisión.