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Durante su fase temprana, el desarrollo de un bebé podría, de algún modo, medirse en etapas del progreso tanto físico como mental, aunque inicialmente suele ser más evidente y rápido el mental, los saltos se dan de manera inesperada. Percibir los saltos no siempre es sencillo, de hecho, muchas veces los padres y cuidadores desconocen su existencia o no comprenden verdaderamente de qué se tratan. Este artículo esta dedicado enteramente a explicar los saltos mentales del desarrollo del bebé, ¿cómo se dan? y ¿cómo abordarlos?, entre otras cuestiones serán planteadas en profundidad.
Desde la concepción hasta el nacimiento y adelante, durante los primeros meses y años de vida, el bebé está en continuo desarrollo; los cambios más relevantes se dan inicialmente en el cerebro donde están formándose nuevas y complejas conexiones neuronales que le permiten al bebé ver y entender el mundo que lo rodea siempre de una manera diferente. Estos cambios suceden a tanta velocidad que para los padres y cuidadores puede ser difícil percibirlos, por eso la idea de que los bebés cambian muy rápido es una percepción generalizada. Es más, los cambios son incluso rápidos para el bebé que está recién aprehendiendo y conociendo el mundo; esta es la razón por la que, según la literatura médica, muchas veces los bebés parecen estresados y de mal humor, lo cual manifiestan a través del llanto. Los saltos en el desarrollo del bebé inician el proceso de maduración del sistema nervioso del ser humano.
Reconocer y entender los saltos en el desarrollo del bebé ayudará a los padres a saber cómo apoyar y acompañar este proceso natural por el que atraviesa todo ser humano en sus etapas iniciales de vida. Existen tres síntomas que son claves para evidenciar que el bebé está pasando por un cambio o salto de desarrollo:
Una vez los padres y/o cuidadores pueden comprender los síntomas que delatan un salto en el desarrollo, es más sencillo que se preparen para asistir al bebé en ese proceso complejo y estresante también para él. Quizás lo más importante es entender que los saltos en el desarrollo son totalmente normales y, de hecho, necesarios. Una manera de estar listo para abordarlos es alégrate de que tu bebé esté evolucionando normalmente y que después del salto mostrará habilidades nuevas. En cuanto a los cambios será necesario saber que el bebé demandará aún más tiempo, que necesitará pasar más tiempo en brazos, que llorará con más frecuencia, que su sueño nocturno será más inestable y que, probablemente, pierda el apetito y rechace la comida. Estrategias, como hacer ejercicios suaves, mecerlos, hablarles con dulzura y cantarles, entre otras, tranquiliza y estimula al bebé.
Se da aproximadamente entre la cuarta y quinta semana: los órganos internos, así como el metabolismo del bebé empiezan a presentar cambios, al mismo tiempo, los sentidos se hacen más sensibles, por lo cual el entendimiento del mundo es diferente; todo esto atemoriza al recién nacido.
Alrededor de la octava semana el bebé empieza a reconocer su cuerpo y a descubrir patrones básicos a través de todos sus sentidos que están más activos que antes: identificará luces y sombras, querrá tocar y saborear sus manos, moverá las piernas y brazos con más fuerza y tratará de estirarse más abiertamente, empezará a emitir otro tipo de sonidos y a emitirlos con más frecuencia y parecerá más despierto y atento.
Lo experimentará entre las semanas 11 y 12, este cambio le da mayor control al bebé de sus movimientos corporales, los sentidos se van afinando, el oído por ejemplo, se hace más sensible por lo que el bebé podrá identificar diferentes patrones de voz, del mismo modo, será capaz de fijar su mirada en la luz y en ciertos colores. El mundo es ahora más complejo y a la vez más ordenado.
Alrededor de la semana 19 se produce el salto mental que lleva al bebé a descubrir los acontecimientos, esto significa que la manera de entender el mundo se hace más cercana a la de los adultos.
Hacia la semana 26, cuando el bebé ya puede coordinar el movimiento de sus brazos y piernas, quizás ya gatea, empieza a relacionarse con las cosas que lo rodean, para este momento la distancia entre objetos es perceptible y el mundo se vuelve un lugar gigantesco.
Pasada las semana 37, tu bebé querrá explorarlo todo y será capaz de concentrarse en aquello que llame su atención, aunque sea por pocos segundos. El bebé se vuelve un investigador y el mundo de las categorías se revela para él, muchas veces a partir de desordenar o destruir todo a su paso.
Hacia la semana 46 el bebé pasa de ser un investigador destructor a uno ordenado; en su mente aparece la necesidad de llevar una secuencia ordenada para poder conseguir un objetivo.
Pasado el primer año, hacia la semana 55, el bebé empieza a desarrollar una manera de pensar más lógica y las secuencias se hacer ahora más ordenadas y conscientes, tu bebé está en capacidad de establecer relaciones para tomar decisiones.
Hacia la semana 64 aparecen comportamientos completamente nuevos que dejan ver con más claridad el desarrollo de la personalidad: aparecen las diabluras conscientes, quiere imitar a los mayores, quiere participar y lo manifiesta, diferencia qué le pertenece y qué no, es estratégico cuando quiere lograr algo que viene de otra persona, rompe las reglas, identifica el no y el sí, y quiere hacer cosas con otros y participar más activamente de la vida.
El mundo de los principios se revela para el bebé hacia la semana 75 y con ellos se desarrolla la conciencia de las normas y los valores; el bebé puede elegir entre ser dulce, honesto, paciente, atento o, elegir el camino diferente. Del acompañamiento que el bebé tenga durante su desarrollo y en adelante, dependerá, en gran medida, el ser humano que llegue a ser; de ahí la importancia de tener padres conscientes y comprometidos con sus hijos.
Disclaimer
La información contenida en este blog es revisada por médicos especialistas con la finalidad de brindar un
soporte únicamente informativo. Te aconsejamos consultar con tu médico profesional de confianza en caso de
presentar cualquier síntoma o querer iniciar o suspender algún tratamiento acorde a las condiciones médicas. Los
tópicos contemplados en este contenido no se destinan a tratamientos o diagnósticos. Recomendamos nunca
automedicarse y no nos hacemos responsables por la manera en como utilice esta información.
Tu hijo seguirá mejorando su forma de entender y aprender el mundo durante los siguientes años y su sistema de pensamiento se hará cada vez más complejo y autónomo; es decir, que seguirá habiendo saltos en su desarrollo que ahora puedes dialogar y acompañar de manera diferente.
Los saltos en el desarrollo pueden ser un factor de estrés para los padres que desconocen su existencia, por eso es importante, sobre todo para los padres primerizos, que traten de entender el incomprensible mundo de su bebé.
Es natural que unos bebés sean más lentos o rápidos que otros, en cualquier caso, si te preocupa que tu hijo no tenga un desarrollo normal, es importante que extiendas tu preocupación al pediatra durante las visitas de seguimiento o antes si así lo consideras.