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Con el paso del tiempo tu cuerpo se va debilitando, vas perdiendo masa muscular y densidad ósea; la cadera, como una de las estructuras fundamentales del sistema músculo-esquelético, no es la excepción y con la edad es uno de los huesos más propensos a sufrir una fractura. Una fractura de cadera ocurre cuando alguno de los dos fémures (hueso del muslo y el más fuerte del cuerpo) se rompe en la unión con la pelvis, bajo la articulación de la cadera. El dolor insoportable, la inflamación en la zona afectada y la incapacidad del paciente para pararse, caminar o moverse, en general, podrían delatar esta condición.
Partirse un hueso es una situación que podría ocurrirle a cualquiera, sin embargo, son los adultos mayores la población más propensa a experimentar esta afectación; situaciones externas asociadas a la edad, como problemas de visión y de equilibrio, que podrían precipitarse en una caída, son generalmente las causantes de una fractura de esta índole.
Ahora bien, sin importar la edad, sufrir un accidente que cause un alto impacto sobre la cadera podría provocar una fractura en cualquier persona, y hábitos como el sedentarismo o una alimentación desbalanceada, entre otros, pueden debilitar tus huesos, haciéndolos más propensos a romperse que los de alguien con prácticas más saludables.
La presencia de ciertas condiciones médicas también podría incrementar ostensiblemente la posibilidad de padecer este tipo de rotura ósea. Algunas de las más comunes son:
• Problemas de tiroides
• Osteoporosis
• Debilitamiento óseo
• Parkinson
• Desórdenes alimenticios
• Desnutrición severa
• Accidentes cardio y cerebrovasculares
• Mareos por presión baja o bajos niveles de glucosa, entre otros.
Debido a factores como la menopausia, gracias a la cual los niveles de estrógeno decaen, las mujeres mayores de 60 años pierden densidad ósea con más rapidez que los hombres, esto las hace unas tres veces más propensas a sufrir una fractura de cadera.
Si usted o alguien cercano ha sufrido una caída con golpe en la zona pélvica y sospecha que podría tener la cadera afectada, no dude en buscar ayuda médica; aun si no hay una fractura, una completa evaluación de salud le ayudará a confirmar que su salud esté en orden.
La primera respuesta médica ante una fractura de cadera es la evaluación de los daños mediante una radiografía, tomografía computarizada o una resonancia magnética nuclear, durante este paso es posible que el paciente reciba tratamiento con medicamentos que le ayuden a aliviar el dolor causado por la ruptura. En el común denominador de los casos, aunque hay excepciones, es la intervención quirúrgica la manera para reparar el daño. Seguir un proceso de fisioterapia que ayude a la rehabilitación será necesario durante el posoperatorio.
Existen dos procedimientos quirúrgicos para atender esta urgencia:
Artroplastia: cirugía en la que se remplaza completamente la cadera, en la cual es necesaria una prótesis total; se utiliza cuando la fractura es tan grave que no hay más suministro de sangre hacia la cabeza del fémur.
Procedimiento de reducción abierta con fijación interna: esta cirugía se usa para reparar el daño cuando la ruptura no es muy grave; será necesaria una prótesis parcial.
En cualquier caso, la recuperación es lenta. Por lo menos seis meses, incluso más, le puede tomar a un paciente que ha sufrido una fractura de cadera recuperarse por completo. Durante este tiempo será preciso que respete las indicaciones médicas y que acuda a terapias de rehabilitación según el plan recetado por el médico.
Los ritmos acelerados de la vida moderna precipitan, a veces, los márgenes de accidentalidad. Situaciones cotidianas como subir una escalera, abordar un vehículo, practicar algún deporte sin calentar o estirar adecuadamente, exceder los límites de velocidad mientras conduces, entre muchas otras actividades, realizadas sin consciencia o sin las precauciones necesarias, podrían poner en riesgo tu salud y, peor aún, tu vida.
Padecer una fractura de cadera es una situación que limita tu independencia, pues, al menos durante la recuperación, necesitarás asistencia. Y hay casos extremos en los cuales el paciente no se recupera completamente, quedando impedido de por vida.
Cuando esta rotura de hueso afecta la movilidad de un paciente por un largo periodo de tiempo, esto puede desembocar en situaciones menos deseadas como:
• Coágulos en las piernas o pulmones
• Úlceras por presión sobre una misma área
• Neumonía
• Pérdidas mayores de masa muscular
• Y, en algunas circunstancias, la muerte
Tipos de fractura de cadera
Subcapital: esta fractura se produce en el cuello del fémur, puede llegar a sur muy grave si no se restituye el riego de sangre hacia la cabeza del hueso. Pude degenerar en una artritis muy dolorosa.
Intertrocantérea: es la fractura que se produce en las protuberancias óseas localizadas debajo del cuello del fémur.
Subtrocantéreas: este tipo de fractura afecta la cabeza del fémur.
Lo más importante es mantener tus huesos sanos y fuertes, mantener una alimentación balanceada en la que ingieras suficiente calcio y vitamina D; esto ayudará a mantener tu densidad ósea en las proporciones idóneas.
Visita a tu médico con regularidad; hacerte chequeos continuos pueda revelar la presencia de anomalías en el funcionamiento de tu cuerpo. Ciertos trastornos intestinales, por ejemplo, pueden evitar la absorción de vitaminas esenciales que necesitas para conservarte en óptimas condiciones de salud.
Tener hábitos alimenticios saludables y que responsan a las necesidades de tu cuerpo, así como mantener un peso apropiado: ni por debajo ni por encima del normal, ayudará que no pierdas masa ósea y a que no sobrecargues tus huesos más de lo que estos pueden soportar. Así mismo, practicar actividad física con regularidad y fortalecer tus músculos, es beneficioso para cuidar tu estructura ósea.
• Alcoholismo
• Tabaquismo
• Consumo desmedido de azúcares procesados
• Trasnocho excesivo
• No practicarse controles de salud con regularidad
• Extralimitar el cuerpo podría llevar a una persona a experimentar una fractura de cadera.
Disclaimer
La información contenida en este blog es revisada por médicos especialistas con la finalidad de brindar un
soporte únicamente informativo. Te aconsejamos consultar con tu médico profesional de confianza en caso de
presentar cualquier síntoma o querer iniciar o suspender algún tratamiento acorde a las condiciones médicas. Los
tópicos contemplados en este contenido no se destinan a tratamientos o diagnósticos. Recomendamos nunca
automedicarse y no nos hacemos responsables por la manera en como utilice esta información.
Lo más recomendable es que los pacientes inicien rehabilitación al segundo día después de la cirugía. Podrá empezar a caminar a la semana siguiente con ayuda de un caminador y los movimientos se incrementarán con base en el proceso de rehabilitación que se realiza con el especialista.
Un hueso puede tardar aproximadamente dos meses para regenerarse si se siguen los cuidados y las indicaciones médicas adecuadas, por lo tanto, es necesario que, ante la sospecha de una fractura de cadera, acuda de inmediato a su proveedor de salud.
Al dormir, evite recargar su peso sobre cualquiera de los dos lados: el sano o el operado, es recomendable que duerma boca arriba y conserve la quietud; procure no cruzar sus piernas en ningún momento, no haga flexiones de cadera superiores a 90 grados, no cargue ningún tipo de peso y, en general, siga los consejos de su médico de confianza.