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La gestación es un viaje lleno de cambios que sorprende a los futuros padres, tanto como a toda la familia, cuando logran sumergirse en el interesante y fascinante mundo del crecimiento fetal. En este viaje, una de las herramientas clave son los percentiles del embarazo, una herramienta clave para evaluar la salud y el desarrollo del futuro miembro de la familia.
Los percentiles del embarazo son cifras que proporcionan una guía crucial para los profesionales de la salud, así como para los futuros padres. En este artículo podrás conocer mejor el significado de los percentiles y cómo interpretarlos en el contexto del crecimiento fetal para que tengas una visión más clara y completa sobre este tema.
En el mundo de la obstetricia, que es el campo médico que se ocupa de la salud femenina durante el parto y el embarazo, los percentiles son importantes hojas de ruta que guían al personal médico y a los futuros padres a lo largo del proceso.
A partir de tablas y gráficos que consolidan medidas estadísticas, los percentiles representan la posición relativa de un feto en términos de tamaño y peso con respecto a otros fetos del mismo tiempo de gestación. Por ejemplo, un bebé en el percentil 50 se encuentra en la mediana, lo que significa que tiene un tamaño promedio en comparación con sus compañeros: otros fetos de la misma edad de gestación.
Esto significa que entre más alto sea el percentil en el que se halla un bebé más grande es con respecto a los otros fetos de esa edad y, en el mismo orden, entre más bajo sea el percentil, más pequeño es el feto respecto a los otros bebés con la misma edad de gestación.
Genética: desde el momento de la concepción, los genes del bebé comienzan a tejer el tapiz único de su desarrollo. La combinación excepcionalmente única de la información genética de ambos padres establece las bases para el crecimiento fetal; podría decirse que este es un proceso exhaustivamente bien coreografiado que impulsa la formación de los órganos, tejidos y estructuras que serán esenciales para la vida fuera del útero.
Nutrición materna: la madre es la fuente primaria de nutrientes para el feto, por lo que su alimentación es fundamental; es importante que las madres en estado de gestación lleven una dieta equilibrada y rica en vitaminas y minerales, pues esto será esencial para el desarrollo adecuado del bebé y para mantener saludable y fuerte a la madre. De hecho, la deficiencia de ciertos nutrientes puede tener repercusiones graves en el crecimiento y la salud general del feto.
Salud materna: algunas condiciones médicas, como la diabetes gestacional, la presión arterial alta o incluso desórdenes o problemas hormonales, pueden influir en la velocidad y la calidad del crecimiento fetal, por eso es imprescindible que las madres en embarazo asistan a las visitas de control médico regulares; el control y tratamiento adecuado son cruciales para mitigar posibles riesgos.
Los percentiles evalúan la edad del feto y el sexo del bebé en las diferentes etapas de gestación. Lo normal es que el feto esté entre los percentiles 10 y 95, cuando el bebé está fuera de este rango se presentan situaciones diferentes.
Ahora bien, si el bebé está más abajo del percentil 10 de tamaño y peso, esto significa que es un feto pequeño para la edad gestacional que tenga; en tal caso, será necesario estudiar sus condiciones genéticas y algunos otros factores como que la madre esté sufriendo alguna condición médica o que haya un mal funcionamiento de la placenta por lo cual el pequeño no puede recibir el oxígeno y los nutrientes que necesita para crecer con normalidad.
Igualmente, hay fetos que se consideran grandes para su edad gestacional, son aquellos que se encuentran por encima del percentil 97, en tal caso será necesario también analizar sus elementos constitucionales, como la genética, además de la posibilidad de alguna afección materna.
Para entender mejor los percentiles es importante tener en cuenta los valores estándares del peso del bebé según el trimestre de gestación. Por ejemplo, hasta la sexta semana de embarazo, los embriones suelen medir y pesar lo mismo. A partir de la semana 12 el embrión empieza a considerarse feto y debería medir al menos siete centímetros, el peso todavía no es relevante.
Después del segundo trimestre, es decir, hacia la semana 20, el bebé deberá pesar alrededor de 300 gramos. Y hacia el tercer trimestre, el cual se cuenta a partir de la semana número 26, el peso oscila entre 800 y 900 gramos. De ahí hasta el nacimiento, el bebé ganará más y más peso hasta alcanzar, por lo menos, los dos kilos.
El monitoreo del crecimiento fetal a lo largo del embarazo es fundamental. Las ecografías y mediciones regulares permiten a los profesionales de la salud evaluar la progresión del feto, y en ese proceso el uso de percentiles brinda una comprensión más profunda de cómo se compara el bebé con sus pares, gracias a lo cual facilita la detección temprana de posibles problemas o anomalías.
El monitoreo regular, además, permite verificar que la salud de la madre esté en buenas condiciones, un elemento que es esencial para determinar la salud fetal.
Un aspecto importante es entender que los percentiles no son diagnósticos, sino, más bien, herramientas de evaluación. A grandes rasgos esto significa que un bebé que sigue una tendencia constante en un percentil determinado puede estar experimentando un crecimiento saludable, mientras que los cambios repentinos podrían indicar la necesidad de una atención más cercana.
El crecimiento fetal y los percentiles del embarazo son ventanas hacia el desarrollo del ser querido que está por llegar. Entender estos conceptos no solo proporciona información valiosa, también permite a los futuros padres participar activamente en la salud de su bebé. Con el monitoreo regular, la atención prenatal adecuada y la comprensión de los factores que influyen en el crecimiento, los futuros padres estarán mejor equipados para asegurar un viaje hacia la paternidad lleno de salud y bienestar. Este viaje, lleno de descubrimientos y expectativas, culmina con la llegada de un nuevo ser, un testimonio del increíble viaje del crecimiento fetal.
Disclaimer
La información contenida en este blog es revisada por médicos especialistas con la finalidad de brindar un
soporte únicamente informativo. Te aconsejamos consultar con tu médico profesional de confianza en caso de
presentar cualquier síntoma o querer iniciar o suspender algún tratamiento acorde a las condiciones médicas. Los
tópicos contemplados en este contenido no se destinan a tratamientos o diagnósticos. Recomendamos nunca
automedicarse y no nos hacemos responsables por la manera en como utilice esta información.
Los valores de los percentiles varían entre niños y niñas, pues se considera que los varones pesen algunos gramos más que las mujeres.
Aunque el paso al nacer es muy variable, lo ideal es que un bebé sano pese entre 2500 y 4000 gramos.
Cada caso es único y deberá ser analizado por los especialistas médicos para identificar la causa anormal del crecimiento del feto.