¿Qué Es la Vulvovaginitis Bacteriana y Sus Causas?

Editorial Farmatodo.

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La vulvovaginitis bacteriana es una inflamación de la vulva y la vagina, comúnmente asociada con un desequilibrio en la flora bacteriana natural de la región genital. Este trastorno, aunque no suele ser grave, puede causar molestias significativas y afectar la calidad de vida de las mujeres.

Este artículo abordará las posibles causas de la vulvovaginitis bacteriana y algunos síntomas comunes asociados a esta enfermedad.

¿Qué es la vulvovaginitis bacteriana?

La vulvovaginitis bacteriana es una afección que se caracteriza por la inflamación de la vulva y la vagina, y suele estar relacionada con un cambio en la flora bacteriana normal de la zona genital. Esta flora bacteriana es crucial para mantener un ambiente equilibrado y saludable en la región vaginal, pero diversas circunstancias pueden alterar este equilibrio y desencadenar en la inflamación.

Causas de la vulvovaginitis bacteriana

  • Desequilibrio bacteriano: un cambio en la flora bacteriana normal de la vagina, con una disminución de las bacterias beneficiosas y un aumento de las bacterias nocivas, puede desencadenar la vulvovaginitis bacteriana. Este desequilibrio puede permitir que las bacterias dañinas se multipliquen y causen irritación.
  • Bacterias patógenas: la proliferación de bacterias patógenas, como Gardnerella vaginalis, ha sido asociada con la vulvovaginitis bacteriana. Estas bacterias pueden aumentar en número y desencadenar una respuesta inflamatoria.
  • Factores hormonales: cambios hormonales, como los que ocurren durante el ciclo menstrual, el embarazo o la menopausia, pueden influir en la flora bacteriana y predisponer a la vulvovaginitis.
  • Uso de antibióticos: el uso prolongado de antibióticos puede afectar negativamente la flora bacteriana normal, permitiendo que ciertas bacterias se reproduzcan de manera descontrolada y desencadenen la inflamación.
  • Higiene inadecuada: la falta de higiene adecuada, el uso excesivo de productos de higiene femenina o el lavado excesivo de la zona genital pueden eliminar las bacterias beneficiosas, contribuyendo al desequilibrio.
  • Relaciones sexuales: las relaciones sexuales pueden introducir nuevas bacterias en la vagina. El uso de preservativos o lubricantes con ingredientes irritantes también puede contribuir a la vulvovaginitis.
  • Enfermedades de transmisión sexual (ETS): algunas ETS, como la tricomoniasis, pueden provocar vulvovaginitis bacteriana. Es fundamental realizar pruebas y recibir tratamiento adecuado si se sospecha de una ETS.

Síntomas de la vulvovaginitis bacteriana

Los síntomas de la vulvovaginitis bacteriana pueden variar, pero comúnmente incluyen:

  • Sensaciones de picazón o ardor en la vulva y la vagina.
  • Flujo vaginal anormal caracterizado por el aumento de la secreción que, a menudo, viene acompañado con un olor distintivo, a veces descrito como "olor a pescado".
  • Irritación y enrojecimiento en la zona genital.
  • Malestar o dolor durante las relaciones sexuales, especialmente durante la penetración.
  • Molestias o ardor al orinar, similar a los síntomas de una infección del tracto urinario.
  • Hinchazón y sensibilidad en la vulva.

Tratamiento y prevención de la vulvovaginitis bacteriana

El tratamiento de la vulvovaginitis bacteriana generalmente implica el uso de antibióticos para restaurar el equilibrio bacteriano. Sin embargo, es importante consultar con tu médico para lograr un diagnóstico oportuno y un plan de tratamiento adecuado. Además, algunas medidas de prevención incluyen mantener una buena higiene, evitar duchas vaginales innecesarias, utilizar preservativos y recibir tratamiento adecuado para las ETS.

Tratamientos

  • Uso de antibióticos: el tratamiento primario para la vulvovaginitis bacteriana suele implicar el uso de antibióticos para eliminar las bacterias patógenas responsables del desequilibrio. Los medicamentos más comunes incluyen metronidazol y clindamicina, administrados oralmente o en forma de cremas y geles vaginales, prescritos por el médico que atiende tu caso.
  • Tratamiento de parejas sexuales: si la vulvovaginitis bacteriana está relacionada con una infección de transmisión sexual (ITS), es importante que las parejas sexuales también reciban tratamiento para evitar la reinfección mutua.
  • Evitar el alcohol durante el tratamiento: se recomienda evitar el consumo de alcohol mientras se está bajo tratamiento con ciertos antibióticos, como el metronidazol, ya que puede causar reacciones adversas.
  • Probióticos vaginales: se ha sugerido que el uso de probióticos vaginales puede ayudar a restablecer el equilibrio de la flora bacteriana normal. Estos productos contienen cepas beneficiosas de bacterias que pueden competir con las bacterias dañinas.
  • Medidas para aliviar síntomas: para aliviar síntomas como picazón y ardor, pueden recomendarse baños de asiento con agua tibia y sin productos perfumados, así como la aplicación de compresas frías.

Prevención

  • Buena higiene íntima: mantener una buena higiene personal es fundamental. Lávate la zona genital con agua y un jabón suave sin fragancia. Evita el uso excesivo de duchas vaginales, ya que pueden eliminar las bacterias beneficiosas.
  • Evitar productos irritantes: evita el uso de productos de higiene femenina perfumados, aerosoles y jabones agresivos que puedan irritar la zona genital o alterar su equilibrio.
  • Uso de preservativos: utiliza preservativos para reducir el riesgo de infecciones de transmisión sexual y, por ende, de vulvovaginitis bacteriana.
  • Cambio rápido de ropa húmeda: cambia rápidamente de ropa húmeda, como trajes de baño, y evita permanecer con ropa ajustada y húmeda durante períodos prolongados.
  • Lleva una dieta equilibrada: mantén una dieta equilibrada y rica en nutrientes, ya que la nutrición adecuada puede tener un impacto positivo en el sistema inmunológico y sobre la salud general.
  • Consulta médica regular: realiza chequeos ginecológicos regulares y comunica cualquier cambio en los síntomas o molestias a tu profesional de la salud. Recuerda que las visitas a tu médico no tienen que estar necesariamente animadas por una alteración en tu salud, las consultas de prevención son fundamentales.
  • Reducción del estrés: el estrés puede afectar el sistema inmunológico y la salud general, por lo tanto, es recomendable practicar técnicas de reducción del estrés.

La vulvovaginitis bacteriana es una afección común que afecta a mujeres, pero con el diagnóstico y tratamiento adecuado, es una situación manejable. La atención a la higiene personal, la salud sexual y las visitas regulares al profesional de la salud pueden desempeñar un papel crucial en la prevención y el manejo de esta afección.

Es fundamental consultar a un profesional de la salud para obtener un diagnóstico preciso y un plan de tratamiento individualizado. Recuerda que la automedicación y el autodiagnóstico pueden no ser efectivos y podrían empeorar la situación. Así mismo, la prevención juega un papel importante en la gestión de la vulvovaginitis bacteriana, y adoptar hábitos saludables puede ayudar a reducir el riesgo de recurrencia.

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Disclaimer
La información contenida en este blog es revisada por médicos especialistas con la finalidad de brindar un soporte únicamente informativo. Te aconsejamos consultar con tu médico profesional de confianza en caso de presentar cualquier síntoma o querer iniciar o suspender algún tratamiento acorde a las condiciones médicas. Los tópicos contemplados en este contenido no se destinan a tratamientos o diagnósticos. Recomendamos nunca automedicarse y no nos hacemos responsables por la manera en como utilice esta información.

Preguntas Frecuentes


¿Cómo puedo saber si tengo vulvovaginitis bacteriana?

Para obtener un adecuado diagnóstico, así como el tratamiento correcto, será necesario que consultes con un médico profesional.

¿La vulvovaginitis bacteriana es contagiosa?

La vulvovaginitis bacteriana puede contagiarse a través de una relación sexual entre dos mujeres, no obstante, aún no es claro cómo se propaga esta afección.

¿Puedo tener vulvovaginitis bacteriana si no soy sexualmente activa?

Aunque la vulvovaginitis bacteriana es más común en mujeres sexualmente activas, también es posible que una mujer sin una vida sexual activa sufra de esta afección.