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Así es, esta infección que se da por un crecimiento de hongos que pueden encontrarse normalmente en pequeñas cantidades en algunas partes del cuerpo humano, afecta a todos los hombres alguna vez. Aunque la mayoría de estudios se basan en la infección por cándida vaginal en las mujeres, es importante conocer y diferenciar los tipos de cándida que se han identificado hasta el momento para poder hacer un diagnóstico acertado para su tratamiento oportuno.
Lo primero que debemos tener presente es que la cándida existe de forma natural en nuestra boca piel, vagina y tubo digestivo, pero se convierte en infección cuando algunas situaciones o hábitos generan el ambiente propicio para su desequilibrio.
Esta infección no está dentro del espectro de enfermedades de trasmisión sexual, aunque la actividad sexual frecuente puede generar un mayor riesgo a desarrollar este hongo.
¿Cuáles son las principales causas del desequilibro en la cándida y su conversión a levadura u hongo?
¿Qué tipo de candidiasis existen y cómo están divididas?
Existe la candidiasis cutánea y la candidiasis mucosa ¿Cuáles son las diferencias?
Onicomicosis candidiásica: este tipo de hongo en las uñas se caracteriza por generar un aspecto distrófico e irregular además, se evidencia un engrosamiento en la uña y la placa ungueal que se torna blanco.
Tratamiento: generalmente las cremas tópicas no tienen una efectividad para erradicar la infección del hongo e la uña, por lo que generalmente se recomienda además de tratar la uña directamente usar antibióticos orales recetados por el medico según el caso e historial clínico del paciente.
Intetrigos candidiásicos: como bien lo mencionamos, la cándida puede existir en diversas zonas del cuerpo, la mayoría de las veces puede encontrarse en las axilas, la región submamaria, las ingles, entre los dedos de manos o pies, el intergluteo y la región retro auricular, como vemos, son zonas donde los pliegues pueden causar mayor humedad por sudoración o calor y permitir el crecimiento excesivo de la cándida.
Tratamiento: Dentro de los tratamientos más comunes están el uso de una crema antifungica o antimicótica, agentes desecantes o talcos y polvos que puedan absorber la humedad de las zonas afectadas, cremas esteroides en dosis recomendadas (generalmente bajas) y, por último, crema de modulación inmune.
Este tipo de candidiasis se puede identificar en la legua, el velo del paladar, la mucosa gingival y genital y tiene como característica principal su manifestación como placa tipo cremosa o grumosa y espesa de color blanco.
En cuanto a las infecciones vaginales entre 20 al 30% se manifiestan en la mucosa genito-perianal extendida en los labios mayores y menores, periné, pliegues inguinales y también el intergluteo, esta afectación también puede identificarse en genitales masculinos, en los dos casos con purito y quemazón.
El tratamiento recomendado para la candidiasis de tipo mucosa depende de un primer diagnóstico donde se evidencia la gravedad y la frecuencia que la persona manifiesta en la recurrencia de la infección
Cuando se diagnostica una infección leve o moderada, el tratamiento usual es un tratamiento antimicótico que puede ser en crema, ungüento, supositorio o comprimidos. Si el médico lo sugiere podría estar acompañado o reforzado también, por un antibiótico oral de dosis única.
Ahora, si la infección por candidiasis mucosa es grave, lo cual generalmente se puede evidenciar en los genitales femeninos, la recomendación implica una terapia vaginal prolongada que extendería el tratamiento tópico como crema u óvulos y el oral a una mayor cantidad de días hasta dos semanas o una vez a la semana por 6 meses. Muchas veces, la infección por cándida puede desarrollar resistencia a los antibióticos tradicionales y para esto el médico puede recomendar una cápsula de ácido bórico para insertar en la vagina, ¡ojo! no debe ser ingerida, en ninguna circunstancia, pues su efecto es mortal si se usa de forma oral.
Es importante tener presente que la cándida puede derivar en una vulvovaginitis que es una ulcera genital o inflamación pélvica.
La candidiasis en el pene se da generalmente cuando el hombre padece de diabetes o no están circuncidados; tiene contacto genital con una mujer infectada, en este caso puede presentar enrojecimiento, erupción, quemazón y purito. En este caso el tratamiento será recetado por el urólogo y se trata de las mismas medidas como cremas tópicas y antibiótico o anti fúngicos orales, de forma independiente o como complemento.
Las personas que desarrollan una proliferación de esta levadura en el cuerpo por alguna de las razones anteriores, debe tener un tratamiento oportuno pues una cándida descuidada puede incluso llegar a la sangre o invadir tejidos generando una candidiasis sistémica que en la generalidad de los casos puede ser mortal.
Hemos hablado de los tratamientos, pero no se puede desconocer que con unos hábitos de vida saludables el mejor tratamiento es prevenir el desequilibrio en la flora o microbiota de nuestro cuerpo.
Siempre debemos tener presente que una de las grandes razones por las que nuestro sistema inmunológico que es el que siempre nos defiende y está alerta a cualquier patógeno que pueda afectar nuestra salud, para que este sistema funcione de manera adecuada lo primero que debemos revisar son nuestros hábitos alimenticios, pues una correcta dieta ajustada a las necesidades de cada persona puede reducir en gran medida cualquier enfermedad. No sobra recordar que la ingesta de frutas, verduras, actividad física frecuente e hidratación adecuada son factores que siempre van a beneficiar nuestro sistema inmune y su correcto funcionamiento.
Pero, además, la salud mental, emocional y psicológica son igualmente importantes ya que nuestros estados de ánimo y la forma en que nos desollamos en esos aspectos, influye drásticamente en nuestra salud física. El estrés, la depresión, las fobias y diversas formas en que el aspecto psicológico en desequilibrio se manifiesta, puede ser un gran factor de riesgo para que las defensas se bajen y quedemos más vulnerables a alguna afección en la salud.
Por esto la salud empieza por un cuidado integral que podamos incluir en nuestra cotidianidad que convertido en hábito puede prevenir o mejorar en un 70% cualquier desequilibrio.
Disclaimer
La información contenida en este blog es revisada por médicos especialistas con la finalidad de brindar un
soporte únicamente informativo. Te aconsejamos consultar con tu médico profesional de confianza en caso de
presentar cualquier síntoma o querer iniciar o suspender algún tratamiento acorde a las condiciones médicas. Los
tópicos contemplados en este contenido no se destinan a tratamientos o diagnósticos. Recomendamos nunca
automedicarse y no nos hacemos responsables por la manera en como utilice esta información.
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No, sin embargo, recuerda consultar a tu médico antes de acudir al uso de cualquier medicamento.