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El término veganismo se ha hecho popular en el mundo en las últimas décadas, no obstante, esta opción de alimentación, un poco más estricta que la dieta vegetariana, empezó a implementarse a mediados del siglo pasado por el inglés Donald Watson, defensor de los animales.
La base sobre la cual se fundamenta el veganismo y la razón por la que se considera una dieta más estricta que la vegetariana, es la idea de que dejar de comer carne no puede considerarse una muestra suficiente de respeto por los animales, en cambio, sí lo es renunciar absolutamente a comer o usar cualquier producto proveniente de los animales.
Para los veganos, sacar provecho de los animales será siempre una causal de sufrimiento comparable con la esclavitud humana.
Con los años a estas ideas se fueron sumando cada vez más adeptos, las personas que se identifican como veganas llevan una dieta y un estilo de vida que excluye el uso de cualquier producto proveniente de los animales.
Un vegano se abstiene de comer carne animal, huevos o gelatina, tomar leche, ingerir miel y lucir luciendo unos zapatos de cuero o un abrigo de piel animal. Hoy por hoy, el veganismo, más que una conducta de alimentación, constituye toda una filosofía de vida que ha llevado a muchos a reclamar internacionalmente los derechos de los animales, rechazando la crueldad y el maltrato, así como a exigir una explotación responsable de la naturaleza.
De acuerdo con las razones que animan una dieta vegana, se han clasificado tres tipos diferentes de veganismo:
La alimentación vegana está basada en frutas, vegetales, hortalizas, granos, tubérculos, semillas, cereales, frutos, secos, hongos y cualquier producto comestible que no provenga de la explotación animal.
Eliminar los productos animales de la dieta para muchos podría representar un sacrificio, pero para los veganos convencidos, este es su aporte a un planeta mejor y con prácticas medioambientales más conscientes.
Una de las ventajas de llevar una dieta vegana es la variedad de platos y recetas que podrías descubrir. Prescindir de la proteína animal hace que las personas que llevan una dieta vegana necesiten ser más creativas para planear sus comidas; además, la necesidad de reemplazar la proteína animal los lleva a ser muy cuidadosos con todo lo que comen, por lo que su alimentación suele ser más equilibrada que la de las personas omnívoras.
Los índices de colesterol en las personas veganas son casi inexistentes, pues su ingesta de grasas es más reconducida, por esa razón, quienes llevan una dieta vegana están menos expuestos a sufrir de problemas cardiovasculares.
Los veganos suelen tener una mejor digestión que quienes comen carne, debido a su ingesta de fibra. Asimismo, tienen menos problemas de sobrepeso, como consecuencia de que llevan una alimentación más balanceada y con menos aporte calórico.
Los veganos tienen la necesidad de tomar complementos vitamínicos y otras sustancias que les ayuden a reemplazar la proteína animal de la que se obtienen nutrientes esenciales.
Cuando no son rigurosos con sus dietas, los veganos podrían presentar deficiencias en nutrientes esenciales como Vitamina B12, D, calcio, hierro, omega-3 y 7, y ácidos grasos, entre otros.
Los veganos pueden ser propensos a enfermedades como la anemia y a desbalances nutricionales.
Llevar una dieta saludable no depende, necesariamente, del consumo de proteína animal; se puede comer carne y no estar sano y, de la misma manera, se puede no comer carne e igualmente no estar saludable. Lo que define un plan de alimentación como sano o no, tiene que ver con el equilibrio en la ingesta de los nutrientes esenciales para que el organismo funcione apropiadamente.
Por esta razón, una dieta vegana apropiadamente planeada puede aportar todos los nutrientes necesarios para que una persona se conserve sana, llena de vida y energía.
Si estás considerando hacer una transición de una dieta omnívora hacia una vegana, es importante que te asesores con tu proveedor de salud para que te ayude a formular un plan de alimentación transicional que se adecúe a tus necesidades, sin que tu cuerpo llegue a descompensarse por la falta de algún nutriente esencial.
Es importe que el cambio de rutina alimentaria se haga progresivamente y que te asegures de que tu ingesta de proteína, calcio, hierro y ácidos grasos esenciales, entre otros nutrientes provenientes en mayor medida de los animales, no escaseen en tu organismo.
Disclaimer
La información contenida en este blog es revisada por médicos especialistas con la finalidad de brindar un
soporte únicamente informativo. Te aconsejamos consultar con tu médico profesional de confianza en caso de
presentar cualquier síntoma o querer iniciar o suspender algún tratamiento acorde a las condiciones médicas. Los
tópicos contemplados en este contenido no se destinan a tratamientos o diagnósticos. Recomendamos nunca
automedicarse y no nos hacemos responsables por la manera en como utilice esta información.
Si decides continuar con tu dieta vegana durante la gestación es importante que tengas una dieta balanceada y sin la ausencia de ningún nutriente esencial, de ello dependen tu salud y la de tu bebé.
Hacer la transición hacia una dieta omnívora también es posible, sobre todo, si la consideración para hacerlo tiene que ver con tu salud. En este caso, también se recomienda hacer una transición lenta hasta que tu organismo se acostumbre de nuevo a comer alimentos provenientes de los animales.
Entre las mejores fuentes de proteína no animal se encuentran los frijoles y los garbanzos, la quinoa, las almendras y las nueces, las semillas de girasol, cáñamo y calabaza, entre muchos otros.