¿Qué Es el SIBO?: Causas, Síntomas y Tratamientos

Editorial Farmatodo.

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El SIBO, también conocido como el síndrome del asa ciega, es un tipo de disbiosis o desequilibrio bacteriano que se presenta en el intestino delgado debido al sobrecrecimiento desmedido de bacterias.

El intestino delgado mide alrededor de 6 metros, esto lo convierte en la parte más larga del tubo digestivo y es allí donde los alimentos y los jugos digestivos se mezclan para que los nutrientes se absorban.

Es natural que en el intestino delgado de una persona saludable habiten cierto tipo de bacterias, aunque en una cantidad inferior a los millones que residen en el colon (intestino grueso); la cantidad es menor, debido a la presencia de jugos gástricos y a que su contenido está en constante fluidez.

La poca cantidad de bacterias es lo que permite el equilibrio, por esta razón, cuando el balance bacteriano se rompe (disbiosis), la persona empieza a enfermarse, sobre todo, debido a la producción de toxinas que impiden la correcta absorción de los nutrientes.

En el caso del SIBO, la expansión de bacterias suele ser provocada por una circunstancia externa, como los efectos secundarios de una cirugía abdominal o como consecuencia de alguna enfermedad que provoca que el paso de alimentos a través del tracto digestivo se haga más lento; en esta lentitud las bacterias encuentran el escenario idóneo para multiplicarse.

Las bacterias que causan el SIBO, son normalmente bacterias que no pertenecen a la microbiota del intestino delgado, sino del grueso.

Factores relacionados con el SIBO

Las causas de esta enfermedad son variadas, los siguientes son algunos los factores de riesgo asociados al SIBO:

  • Diverticulosis del intestino delgado.
  • Cambios de estructura después de alguna cirugía abdominal como el bypass gástrico u otras.
  • El uso de ciertos compuestos farmacológicos que reducen la motilidad intestinal (movimientos que permiten a los alimentos movilizarse en el sistema digestivo).
  • Poca presencia o ausencia total de ácidos gástricos.
  • Gastritis autoinmune.
  • Cualquier enfermedad que afecte la motilidad intestinal, por ejemplo, la diabetes.

Síntomas propios del SIBO

La sintomatología del SIBO suele ser gastrointestinal. Es normal que el paciente con este trastorno sienta:

  • Dolores en la zona abdominal.
  • Ganas de vomitar.
  • Inflamación del área abdominal.
  • Reducción del apetito.
  • Estreñimiento y/o diarrea.
  • Problemas de nutrición.
  • Pérdida de peso.
  • Sensación de llenura incluso después de haber comido porciones pequeñas.
  • Gases o flatulencias.
  • Eructos.
  • Ruidos extraños en tu estómago que se producen en el intestino.
  • Y, quizás el más curioso de todos los síntomas, el SIBO altera el estado de ánimo, como resultado, es natural que al malestar físico se sume una sensación inexplicable de tristeza y cansancio.

Diagnóstico y tratamiento SIBO

Diagnóstico

Ante la presencia de uno o varios de los anteriores síntomas, será necesario visitar a tu proveedor de salud para que te ayude a identificar lo que sucede internamente en tu organismo y te recomiende el tratamiento apropiado para atender tu condición. Es importante que en ningún momento te autodiagnostiques o automediques, pues un diagnóstico incorrecto y un medicamento inadecuado podría tener complicaciones para tu salud.

Para diagnosticar la presencia de esta afección en tu organismo será necesario hacer un test de hidrógeno expiado para mediar si tu organismo está produciendo hidrógeno o metano. La producción de estos gases podría ser un certero indicador del sobrecrecimiento de bacterias en tu intestino delgado.

Tratamiento

En cuanto al tratamiento de esta afección, los especialistas médicos se enfocan en tres aspectos fundamentales, cada uno de los cuales responde a estrategias diferentes:

  1. El primer aspecto es lograr la remisión. Busca que la sintomatología se atenúe hasta lograr que la afección desaparezca. Respecto al SIBO, la remisión se intenta a partir del uso de antibióticos durante aproximadamente dos semanas. En el caso de pacientes que presentan alergias y resistencia a los antibióticos, el especialista médico podría considerar recomendar el seguimiento de un plan de alimentación elemental, como la alimentación por sonda, mientras los síntomas desaparecen.
  2. Lo segundo, si es que se logró lo primero, es que la sintomatología no reaparezca, pues el SIBO pude volver a aparecer. Para lograr que la remisión se mantenga, o que la enfermedad no retorne, los médicos utilizan medicamentos que incentiven la motilidad intestinal, igualmente, recomiendan a los pacientes llevar una dieta de carbohidratos o alimentos muy fermentables, por lo que será necesario prescindir de alimentos como ajo, trigo, cebolla, frutas, miel, ciertas legumbres y lácteos, principalmente.
  3. El tercer aspecto, al cual se llega cuando los dos anteriores han fallado, es tratar de encontrar la causa del SIBO, que, en tal caso, deberá estar asociada a otra enfermedad. Si no se corta la causa de raíz, aunque los síntomas hayan desaparecido y, aparentemente, el paciente haya recobrado la salud, lo más probable es que la enfermedad retorne en cualquier momento. Si la causa primera no se halla o no se puede eliminar, será necesario suministrar a la persona afectada el uso de pre y probióticos, que ayudan a recomponer la microbiota del intestino grueso, pero también del intestino delgado.

¿Qué pasa si no se trata esta condición?

El SIBO está asociado con otras afecciones de salud que pueden ser leves o muy graves, algunas de ellas son:

  • Síndrome de colón o intestino irritable.
  • Obesidad.
  • Parkinson.
  • Fibromialgia.
  • Pancreatitis.
  • Enfermedades renales.
  • Baja absorción de calcio y, como consecuencia, huesos débiles.
  • Inflamación intestinal, entre otras.

Así mismo, la presencia desatendida de SIBO puede llegar a tener implicaciones nutricionales como no absorción de grasas y vitaminas (A, B, D, E y K). Como consecuencia de la sobrepoblación de bacterias, el organismo de la persona afectada podría generar déficit de la vitamina B12, lo cual, en casos extremos, podría dañar definitivamente el sistema nervioso central.

Los pacientes con molestias gastrointestinales suelen no prestar atención a estas por considerarlas afecciones de menor importancia, sin embargo, en algunas ocasiones, sus síntomas podrían confundirse con los de problemas más graves como en el caso del SIBO, de ahí la importancia de consultar con tu médico de confianza cada vez que algo no marche bien en tu organismo, sin importar cuan leves sean los síntomas.

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Disclaimer
La información contenida en este blog es revisada por médicos especialistas con la finalidad de brindar un soporte únicamente informativo. Te aconsejamos consultar con tu médico profesional de confianza en caso de presentar cualquier síntoma o querer iniciar o suspender algún tratamiento acorde a las condiciones médicas. Los tópicos contemplados en este contenido no se destinan a tratamientos o diagnósticos. Recomendamos nunca automedicarse y no nos hacemos responsables por la manera en como utilice esta información.

Preguntas Frecuentes


¿A qué especialista necesito ver para que me diagnostique?

En el caso del SIBO y otras enfermedades que impliquen tu sistema digestivo, será el médico gastroenterólogo el responsable de entregarte el diagnóstico.

¿Cuánto tiempo puede durar el tratamiento del SIBO?

El tratamiento farmacológico y los cambios apropiados en la dieta podrían dar resultados satisfactorios en un tiempo aproximado de dos meses, sin embargo, esto depende de cada paciente y del tratamiento específico.

¿Se puede tratar esta afección de forma natural?

Antes de empezar cualquier tratamiento alternativo es importante que discutas con tu médico de confianza los riesgos y ventajas que este podría traer, y así puedas tomar la mejor decisión para tu salud.