Cálculos En Los Riñones - ¿Qué Es y Cuáles Son Sus Síntomas?

Editorial Farmatodo.

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Los riñones son los órganos que se encargan de regular la cantidad de líquidos en el organismo, equilibran el pH del cuerpo, eliminan las sales minerales, excretan productos de desecho y cumplen funciones endocrinas, siendo altamente eficientes para cumplir con sus funciones básicas. Sin embargo, bajo ciertas condiciones, estas se pueden ver comprometidas por la formación de cálculos.

Los cálculos renales forman parte de las causas más comunes de la consulta urológica, y entran dentro de las 10 causas de consultas de emergencia más frecuentes. Sigue leyendo para saber cómo se forman y cómo prevenirlos.

¿Qué son los cálculos renales y cómo se desarrollan?

Los cálculos renales son formaciones de aspecto rocoso compuestos por diferentes minerales en un porcentaje variable, que resultan de la compactación del sedimento hallado en la orina. La composición de esos cálculos dependerá de la dieta, condiciones médicas, y de ciertas infecciones del tracto urinario.

¿Cómo se forman? pues, estos se desarrollan debido a que el proceso de filtración por parte de los riñones requiere de las cantidades adecuadas de líquidos en el organismo. Si se padece una deshidratación, o si se consume una cantidad de líquidos por debajo de los requerimientos normales, la orina será más concentrada, y la frecuencia de ir al baño disminuirá. Por lo que la presencia de estos minerales a través de todo el tracto urinario se mantendrá el tiempo suficiente como para que se sedimenten y posteriormente se compacten.

Hábitos que predisponen a su formación en los riñones

Existen ciertas condiciones, aparte de la poca ingesta de agua, que facilitan la formación de los cálculos. Las dietas altas en sales, productos cárnicos, procesados y enlatados, contienen gran cantidad de minerales que posteriormente formarán parte del sedimento urinario.

El exceso en el consumo de medicamentos multivitamínicos, laxantes y antiácidos, aportan al cuerpo mayor cantidad de estos componentes. Aparte de estos, existen ciertas drogas como la acetazolamida, ciprofloxacina, sulfas y antivirales, etc., que, si bien no están compuestos propiamente de minerales, el efecto que causan en la reabsorción renal aumenta la incidencia de cálculos.

¿Existen diferentes tipos de cálculos? la respuesta es sí. Los cálculos están compuestos por una cantidad variable de minerales, por lo que su nombre dependerá del mineral que mayormente lo componga (oxalato de calcio, fosfato de calcio, cistina, estruvita y de ácido úrico, son los tipos de cálculos más frecuentes). Se pueden identificar a simple vista con base en su color y forma y de esta manera, también puede variar el causante de su formación.

¿Existen condiciones médicas que predisponen a su formación?

Las infecciones urinarias causan un aumento brusco del pH de la orina, y esta alcalinización permite la sedimentación y formación de cálculos de estruvita. Asimismo, el hiperparatiroidismo también está asociado a una incidencia mayor de cálculos de oxalato de calcio, ya que estos desbalances hormonales producen una circulación irregular de altas concentraciones de calcio en la sangre y, por lo tanto, mayor cantidad del mismo a excretar por la orina.

Aunque no son comunes, las enfermedades congénitas o genéticas pueden estar relacionadas con la incidencia de cálculos. Por ejemplo, en fetos con síndrome de Down o el síndrome de Turner es posible que ocurra una unión de los dos riñones conocida como riñón en herradura (en inglés, horseshoe kidney). Esta condición hace que la persona a lo largo de su vida sea más propensa a contraer infecciones urinarias, que a su vez promueven la formación de los cálculos en los riñones.

Según su localización en el tracto urinario, los cálculos también reciben otros nombres:

  • Nefrolitos, si están aún en el riñón.
  • Ureterolitos, si se encuentran alojados en los uréteres.
  • Cistolitos, si se encuentran en la vejiga

Síntomas más comunes de cálculos renales

Cuando los cálculos formados son muy pequeños (6 milímetros de diámetro) rara vez causan molestia, ya que su tamaño le permite ser expulsado sin que la persona apenas lo note. Pero los cálculos de mayor tamaño generan un dolor intenso en la espalda baja conocido como abdomen agudo. Este dolor se puede generar en uno o ambos riñones. También se presentan dolores descendentes cuando ciertos cálculos como los de oxalato cálcico (ásperos) bajan por los uréteres.

El tamaño, la forma y el movimiento de los cálculos en los riñones pueden generar un proceso inflamatorio conocido como nefritis o glomerulonefritis dependiendo del grado y estructura renal afectada. Esta inflamación compromete la función de los riñones, produciendo entre otros problemas el acúmulo de líquidos conocido como edema.

Es común que el paciente sufra de fatiga relacionada a una filtración ineficiente de los riñones, con acúmulo en la sangre de aquellos desechos que los riñones no pueden expulsar. Hay que tomar en cuenta que estos órganos producen hormonas que intervienen en el proceso de formación de sangre. Así que la anemia asociada al compromiso renal es perceptible en los casos severos de cálculos renales.

La irritación de la uretra causada tanto por los cálculos como por el sedimento generan dolor y ardor al orinar. Irritaciones severas de los riñones pueden provocar una micción rosada o rojiza turbia, producto del sangrado renal.

Recomendaciones a tener en cuenta

Los cálculos renales son un problema muy serio que debe tener una atención inmediata. Por lo que no se debe dudar a la hora de acudir con un especialista. Los dolores abdominales que estos provocan han sido comparados con los del parto; y, debido a la interferencia que producen en la función de los riñones, es posible que provoquen una insuficiencia renal.

El tratamiento dependerá de la condición específica del paciente. La medicación para los procesos infecciosos, o para la desintegración de cálculos, serán útiles para la expulsión de cálculos de mínimo tamaño (menos de 6 mm). Para los cálculos de mayor tamaño existen actualmente varios métodos poco invasivos como terapias con láser, endoscopios especializados u ondas de choque.

Ya que es una condición altamente frecuente, es indispensable tomar todas las precauciones necesarias para prevenirlos y evitar una insuficiencia renal. La alimentación adecuada, el uso controlado de medicamentos y el consumo frecuente de agua deben ser considerados necesarios para mantener una buena salud renal.

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Disclaimer
La información contenida en este blog es revisada por médicos especialistas con la finalidad de brindar un soporte únicamente informativo. Te aconsejamos consultar con tu médico profesional de confianza en caso de presentar cualquier síntoma o querer iniciar o suspender algún tratamiento acorde a las condiciones médicas. Los tópicos contemplados en este contenido no se destinan a tratamientos o diagnósticos. Recomendamos nunca automedicarse y no nos hacemos responsables por la manera en como utilice esta información.

Preguntas Frecuentes


¿Cuándo hay que acudir al médico si tengo cálculos renales?

Es importante acudir al médico si se presentan síntomas de cálculos en los riñones para evitar una complicación mayor. De esta manera, en caso de presentar dolor muy fuerte y que vaya en aumento, así como fiebre o falta de orinar deberás acudir inmediatamente a un especialista.

¿Cuánta agua se debe tomar para prevenir la formación de cálculos en los riñones?

Lo ideal es consumir alrededor de 8 vasos de agua al día, o los que sean equivalente a 2 o 2.5 litros de agua. De esta manera, reducirás el riesgo a padecer de cálculos en los riñones.

¿Existen alimentos que pueden generar cálculos renales?

Sí, algunos alimentos pueden generar cálculos en los riñones si se consumen de manera excesiva. Estos son principalmente lácteos como el queso, la leche, así como edulcorantes artificiales, la sal, alimentos altos en sodio, carnes rojas y algunos vegetales.