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La irritación ocular es una molestia bastante recurrente. Diariamente, tenemos los ojos expuestos a una gran variedad de factores ambientales irritantes, y el uso cada vez más frecuente del celular y de pantallas de computadores aumenta la incidencia de este tipo de afección.
Un aumento en la incidencia del ardor en uno o ambos ojos, o la aparición de otros síntomas oculares, será un motivo de visita inmediata al oftalmólogo. Para saber cuáles son las causas del ardor en los ojos y cómo aliviar esta incomodidad, sigue leyendo el siguiente artículo.
A diario se presentan infinidad de situaciones que promueven irritación ocular y el consecuente ardor. La exposición constante a factores ambientales, tanto permanentes como estacionales, tienen un impacto igualmente significativo en la salud de nuestros ojos. La córnea está variablemente expuesta a vientos secos y cálidos, a la contaminación del aire, alérgenos ambientales, exposición a la radiación solar y a objetos extraños diminutos que son levantados por el aire.
Como antes mencionamos, otra de las causas más comunes es el aumento en la frecuencia del uso de pantallas de celulares y computadores. Se ha demostrado que mientras se observa este tipo de pantallas, la frecuencia del parpadeo disminuye, y al hacerlo también disminuye la frecuencia de lubricación de la superficie ocular, facilitando la resequedad de la córnea.
Agentes irritantes específicos como químicos de limpieza o de higiene diaria contienen un pH corrosivo para las mucosas, por lo que el contacto directo con los ojos desencadenará una reacción local.
El empleo de lentillas o lentes de contacto por tiempo prolongado, y con una higiene inadecuada de los mismos, puede promover infecciones oculares. Otro factor a considerar es el cansancio por falta de sueño, lo que conlleva a una exposición prolongada de la retina a la luz que, con el tiempo y aparte del ardor producido, puede afectar significativamente la visión.
Aparte de los factores ambientales, existen ciertas condiciones propias de los ojos y tejidos anexos que promueven el ardor de forma directa o indirecta. Es bien conocida la correlación entre una disfunción de las glándulas lagrimales y la edad avanzada. Los cambios hormonales que acompañan al adulto mayor afectan directamente la producción de lágrimas, lo que conlleva a una condición ocular conocida coloquialmente como “ojo seco”.
Por otro lado, existen alteraciones desfavorables de los párpados que pueden predisponer a enfermedades oculares, estos se conocen como:
Se caracteriza por un plegamiento de los párpados hacia el interior del ojo, lo que genera un contacto frecuente de la córnea con las pestañas.
Es el plegamiento de los párpados se presenta hacia el exterior, lo que produce un cierre incompleto al parpadear, y una deficiencia en la lubricación. Ambas condiciones pueden producir una úlcera corneal a futuro.
Como las alergias específicas al polen o al pelo de animales domésticos se verán acompañadas de un proceso inflamatorio local bastante marcado, con una posible complicación respiratoria.
Esto puede ser el Síndrome de Jögren, se caracteriza por generar sequedad e irritación. Masas en los párpados, en la córnea o en la conjuntiva, causarán irritación y ardor.
El ardor en los ojos puede verse acompañado de:
Otros síntomas consecuencia de la irritación pueden ser secreciones de aspecto verdoso o visión borrosa. Además del “ojo seco”, la conjuntivitis de tipo infecciosa (viral, bacteriana) es una de tantas enfermedades que se relacionan con ardor e irritación ocular.
Primeramente, si se trata de una condición que requiera de un tratamiento especial, lo ideal es acudir lo antes posible ante un oftalmólogo. En algunas ocasiones es posible que el ardor se deba a un cuerpo extraño alojado entre los párpados, como puede ser una pestaña, un grano de arena o una espiga. Antes de que se produzca un daño mayor, el oftalmólogo debe retirar el cuerpo extraño y hacer una evaluación minuciosa para descartar lesiones más profundas.
Hecho esto, el especialista recomendará las gotas que necesitas para calmar el ardor y la inflamación. Si el problema es del tipo infeccioso, el tratamiento y la frecuencia del mismo será diferente. Las masas y anomalías de los párpados requerirán además de procedimientos quirúrgicos.
Si el problema es algo más simple, el oftalmólogo que te trate te va a recomendar unas cuantas gotas que funcionan a modo de lavado y lubricación del ojo. De igual modo, es importante que, ante cualquier tipo de duda, o de inclusión de algún remedio casero, consultes con tu médico para que te otorgue las observaciones pertinentes y sigas sus recomendaciones.
Existen ciertos hábitos que puedes adoptar para mejorar la salud de tus ojos.
Esta consiste en mirar 20 minutos a la pantalla y dejar descansar la vista por 20 segundos mientras miras fijamente un objeto que esté situado a 20 pies de distancia.
Todo esto a modo de prevención y siguiendo las instrucciones y órdenes que te ha dado tu médico u oftalmólogo tratante.
Disclaimer
La información contenida en este blog es revisada por médicos especialistas con la finalidad de brindar un
soporte únicamente informativo. Te aconsejamos consultar con tu médico profesional de confianza en caso de
presentar cualquier síntoma o querer iniciar o suspender algún tratamiento acorde a las condiciones médicas. Los
tópicos contemplados en este contenido no se destinan a tratamientos o diagnósticos. Recomendamos nunca
automedicarse y no nos hacemos responsables por la manera en como utilice esta información.
Sí, el uso prolongado de lentes de contacto puede causar irritación en tus ojos. Sobre todo, cuando no se mantiene un aseo de las manos a la hora de colocarse los lentes y esto puede agravar la situación. Por ende, te recomendamos que cuides tu higiene y aseo personal. Recuerda remover tus lentes de contacto antes de dormir.
Sí, toda alimentación sana y balanceada tiene como resultado un organismo mucho más sano y depurado. Por lo que llevar este tipo de alimentación mantendrá todos tus órganos en buen estado por mayor tiempo.
No, esto puede ser un síntoma que se va a agravar con el paso del tiempo. Por lo que recomendamos que reposes en intervalos de tiempo para que tu retina se lubrique y no se reseque. Procura tomar descansos que permitan descansar tu vista o bien, aplicar la regla 20/20/20 que te explicamos.