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La apnea del sueño es una afección o trastorno que se presenta al momento del sueño, en el que la respiración para y se reinicia en repetidas ocasiones mientras nos encontramos durmiendo. Esta situación puede convertirse en algo peligroso, pues implica que el cuerpo no está recibiendo la cantidad de oxígeno que requiere para funcionar de manera correcta.
Asimismo, estas interrupciones a la respiración pueden tener frecuencias que van desde unos pocos segundos hasta algunos minutos, y pueden presentarse hasta 30 veces en una hora.
Si consideras que no descansas lo suficiente después de una noche de sueño, si roncas o si tienes algún síntoma relacionado a mala calidad del sueño, es posible que sufras de apnea, por lo que te invitamos a continuar leyendo, para conocer más sobre las causas de esta afección y saber cómo tratarla de manera adecuada.
Existen dos tipos de apnea del sueño que pueden afectarte cuando duermes:
Esta es la más común y se da cuando las vías respiratorias superiores (nariz, cavidad nasal, boca, faringe y laringe) se obstruyen de manera repetida durante la jornada de sueño. Lo que limita o impide durante un tiempo que el aire se distribuya en el cuerpo, lo que puede afectar órganos vitales como el cerebro, el corazón, los riñones; además, es posible que se acumule dióxido de carbono.
Normalmente, durante una apnea obstructiva del sueño, los músculos de la lengua, la garganta y el paladar se encuentran muy relajados, lo que genera la obstrucción o bloqueo que afecta el proceso respiratorio.
Esta tipología es menos habitual, y se presenta debido a que el cerebro no envía las señales correctas que los músculos deben recibir para el funcionamiento apropiado del proceso respiratorio. Es posible que este tipo de apnea sea resultado de enfermedades cardíacas o de accidentes cerebrovasculares, por lo que es muy necesario realizar un control médico adecuado. También puede presentarse debido a algunos medicamentos, especialmente los analgésicos narcóticos usados para tratar dolores muy intensos.
Por otra parte, existe un tercer tipo, que en realidad es una afección llamada síndrome de apnea del sueño compleja, que sucede cuando una persona presenta tanto la apnea obstructiva del sueño como la apnea central del sueño.
En muchos casos tanto la apnea obstructiva del sueño como la apnea central del sueño presentan los mismos síntomas, por lo que puede dificultar el proceso de determinar cuál de las dos apneas es la que está afectando al paciente. Los síntomas más comunes son:
Los niños afectados por la apnea del sueño suelen mojar la cama, ser hiperactivos y empeorar casos de asma si sufren de esa enfermedad.
El diagnóstico de esta afección debe realizarlo un médico. Para ello, este profesional evaluará algunos aspectos como los síntomas y signos que presente el paciente, sumado al historial de sueño que normalmente suele ser brindado por un acompañante que duerma junto a él o ella. Además de revisar los factores de riesgo y antecedentes personales o familiares.
Es común que se realicen estudios en un centro especializado en trastorno del sueño, donde un especialista realizará las evaluaciones correspondientes que se hacen con frecuencia desde un estudio del sueño. En este se indicará cuál es el tipo de apnea que se padece y cuál es la gravedad de la afección. Estos estudios del sueño miden las ondas del cerebro y revisan la frecuencia cardíaca, y la cantidad de oxígeno en la sangre durante la noche.
En caso de que el paciente tenga apnea obstructiva del sueño, es posible que el especialista lo remita a un otorrinolaringólogo para revisar alguna obstrucción en garganta o nariz. También puede resultar necesaria la revisión de cardiólogo y neurólogo.
El diario del sueño es otra de las medidas que se utilizan en el diagnóstico de esta afección, el cual es un registro personal del número de horas que el paciente duerme, la calidad de ese sueño y la somnolencia que tiene durante la jornada del día.
El tratamiento para la apnea del sueño va a variar según la intensidad o gravedad de sus casos:
La apnea del sueño puede provocar fallas en la salud como el cansancio constante, la falta de atención, pérdida de memoria, irritabilidad, demencia en adultos mayores, capacidad física, entre otras. Por eso, es importante consultar a tiempo con su médico si se considera que no se está logrando un sueño reparador y que permita el descanso.
Disclaimer
La información contenida en este blog es revisada por médicos especialistas con la finalidad de brindar un
soporte únicamente informativo. Te aconsejamos consultar con tu médico profesional de confianza en caso de
presentar cualquier síntoma o querer iniciar o suspender algún tratamiento acorde a las condiciones médicas. Los
tópicos contemplados en este contenido no se destinan a tratamientos o diagnósticos. Recomendamos nunca
automedicarse y no nos hacemos responsables por la manera en como utilice esta información.
La apnea del sueño puede convertirse en un riesgo mortal, ya que evita que el cuerpo reciba el oxígeno necesario para su correcto funcionamiento. Además, puede ocasionar arritmia cardíaca y reducir la presión arterial. Por lo tanto, aquellas personas que además padezcan de problemas cardíacos pueden tener un mayor peligro si presentan apnea del sueño.
La apnea del sueño es un trastorno grave que, aunque no tiene cura, se puede tratar de manera efectiva para reducir los riesgos a desarrollar otros problemas de salud que puedan ser de mayor riesgo. Por ello, es importante acudir a un especialista si se presentan algunos de los síntomas de la apnea de forma que se pueda recibir un tratamiento oportuno y lo más pronto posible.
Sí, los niños también son propensos a desarrollar apnea del sueño. Esta se presenta de una forma distinta que en los adultos y por lo general suelen ser nocturnas y con síntomas como el ronquido, sudoración excesiva, pausas en la respiración, sueño inquieto, entre otros. Sin embargo, también puede presentar manifestaciones diurnas que incluso pueden generar retraso en su crecimiento.