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Quizás alguna vez alguien te haya recomendado tomar vitaminas y, específicamente, las de tipo B. Y, a lo mejor, frente a ese consejo te hayas preguntado qué son las vitaminas y, más aún, qué es la vitamina B.
Las vitaminas son sustancias necesarias para el funcionamiento de tu organismo, pues participan en procesos fundamentales como el crecimiento, el desarrollo metabólico y el funcionamiento celular. Existen 13 vitaminas esenciales que el ser humano recibe, principalmente, a través de su alimentación o mediante algún preparado farmacológico, puesto que el cuerpo es incapaz de generarlas por sí solo.
Las vitaminas esenciales son: A, C, D, E, K y B. Esta última, no es una sola, sino que está conformada por un grupo de vitaminas. Para saber más sobre su importancia continúa leyendo este artículo.
Vitaminas del complejo B
Ocho vitaminas conforman este grupo: B1, B2, B3, B5, B6, B7, B9 y B12. Ellas participan, principalmente, en dos procesos: la formación de los glóbulos rojos de la sangre y la extracción de la energía proveniente de los alimentos que consumes. Este grupo vitamínico se caracteriza por ser hidrosoluble, es decir, que se disuelve en el agua; en lugar de almacenarlas, tu cuerpo elimina los excedentes a través de la orina; de ahí la importancia de su consumo habitual.
1.Vitamina B1 (tiamina): su funcional principal es asistir a las células responsables de transformar carbohidratos en energía, de esta extracción energética se benefician, sobre todo, el cerebro y el sistema nervioso. La tiamina participa también en los procesos de conducción de señales nerviosas y contracción muscular, y ayuda a regular algunas reacciones químicas.
Naturalmente, la tiamina está presente en cereales como el trigo, el maíz y el arroz; en proteínas como el huevo, la carne de res, cerdo, y pescado; en semillas de sésamo y girasol, nueces y frutos secos, y en legumbres como las judías y los frijoles negros, entre otras fuentes.
2.B2 (riboflavina): esta vitamina es necesaria en la producción de glóbulos rojos, favorece el crecimiento del cuerpo y la extracción de energía de las proteínas.
Los alimentos que aportan riboflavina son extremadamente sensibles a la luz, por lo que es importante almacenarlos en recipientes que los protejan de ella. Podrás encontrar esta vitamina en productos lácteos, hortalizas de hojas verdes, huevos, carnes magras, nueces y legumbres, entre otros.
3.B3 (niacina): también conocida como nicotianamina o ácido nicotínico, es crucial en el desarrollo de las células del cuerpo, contribuye al buen funcionamiento del sistema nervioso, reduce la fatiga y el cansancio, aumenta la capacidad de concentración, fortalece la memoria, y ayuda a la piel a retener su humedad natural.
La pechuga de pollo, el pavo, el atún, el salmón, las anchoas, el maní, el aguacate y los productos lácteos, entre otros alimentos, son buena fuente de esta vitamina.
4.B5 (ácido pantoténico): su función en el metabolismo es facilitar la síntesis de carbohidratos, proteínas y grasas, además es esencial para el crecimiento. Casi todos los alimentos la contienen, aunque en cantidades mínimas. Los alimentos más ricos en B5 son: carnes magras, cereales integrales, levaduras de cerveza, champiñones, huevos, lentejas, legumbres y verduras como coles, brócoli y repollo.
5.B6 (fosfato piridoxal): esta vitamina está presente en casi todos los alimentos, por lo que su carencia en el cuerpo es poco común, sin embargo, las personas con enfermedades hepáticas y disfunción renal pueden presentar deficiencias.
El cuerpo necesita vitamina B6 para fortalecer las funciones neurológicas, para mantener la producción de hemoglobina y anticuerpos necesarios para combatir virus y enfermedades, regular el azúcar en la sangre y descomponer proteínas.
6.B7 (biotina): la levadura, el hígado y los riñones son las fuentes naturales más ricas en biotina, está presente en otros alimentos como la soja, el plátano, la yema de huevo, los cereales y los frutos secos.
Tu cuerpo necesita esta vitamina para que las enzimas responsables de descomponer grasas y carbohidratos realicen bien su función. La falta de biotina en el cuerpo se asocia con caída y adelgazamiento del cabello, uñas quebradizas y problemas cutáneos como sarpullidos y resequedad.
7.B9 (folato o ácido fólico): esta es la vitamina que ayuda a tu cuerpo a producir ADN, a formar globos rojos, a descomponer y formar proteínas y a ejecutar el trabajo celular.
El encanecimiento del cabello, la diarrea frecuente, la presencia de úlceras bucales, la lengua hinchada y el retraso en el crecimiento, podrían ser señales de deficiencia de ácido fólico en el cuerpo; así que consumir alimentos verdes como espinacas, coles, berros, rúcula y lechuga, y algunas frutas como naranja y limón, además de nueces, maní, almendras y avellanas, entre otros frutos secos, aportará al suministro de esta vitamina para combatir las afecciones anteriormente mencionadas.
8.B12 (cobalamina): tal vez una de las más comunes del grupo. La vitamina B12 ayuda a tus neuronas y a tu sangre a conservarse saludables, facilita la metabolización de las proteínas y aporta a la formación del ADN.
Los alimentos de origen animal: carnes, pollo, pescado, huevo y productos lácteos, son los que más contienen cobalamina, aunque esta también está presente en algunos cereales fortificados.
La falta de una o varias de las vitaminas del grupo B podrían causarte trastornos o enfermedades como algún tipo de anemia, afecciones cardiovasculares, daños neurológicos, depresión, ciertos tipos de cáncer, disminución de las funciones cognitivas, osteoporosis, perturbaciones del sueño, problemas estomacales y de piel, entre otras afecciones.
Aunque el déficit de esta vitamina no es muy común, las personas con dietas poco variadas o desequilibradas, así como aquellos que sufren de ciertos trastornos como enfermedad celiaca, consumo excesivo de alcohol o síndrome de malabsorción, podrían verse afectadas por la ausencia de vitamina B en el cuerpo.
Para identificar si tus niveles de vitamina B están regulados, es recomendable tomar una prueba de vitamina B, la cual puede prescribirte tu médico de confianza. Es importante que evites tomar cualquier suplemento farmacológico antes de consultar con tu especialista, pues el exceso de vitaminas en el cuerpo también puede causarte afectaciones importantes. Ten presente que llevar una alimentación balanceada es clave para que tu organismo funcione apropiadamente.
Disclaimer
La información contenida en este blog es revisada por médicos especialistas con la finalidad de brindar un
soporte únicamente informativo. Te aconsejamos consultar con tu médico profesional de confianza en caso de
presentar cualquier síntoma o querer iniciar o suspender algún tratamiento acorde a las condiciones médicas. Los
tópicos contemplados en este contenido no se destinan a tratamientos o diagnósticos. Recomendamos nunca
automedicarse y no nos hacemos responsables por la manera en como utilice esta información.
Si presentas síntomas como cansancio frecuente, falta de apetito, estreñimiento, pérdida del sueño, cansancio muscular y calambres, problemas cutáneos, debilidad en el cabello y las uñas, palidez, falta de fuerza muscular, entre otros, es buena idea que consultes a tu médico de confianza para verificar tus niveles de vitamina B.
Recuerda que esta vitamina está presente en los alimentos que consumes todos los días. Solo tu médico, después de evaluar los niveles de vitamina B en tu cuerpo, podría prescribirte un compuesto farmacológico. Sin embargo, es común que las mujeres embarazadas, los adultos mayores y los veganos y vegetarianos agreguen este tipo de suplementos a su dieta.
Aunque no es muy común, el exceso de vitamina B podría causarte diarreas, vómitos, frecuentes dolores de cabeza, daños hepáticos, renales y en tu sistema nervioso. Frente a cualquier alteración de tu cuerpo, consulta con un médico profesional de inmediato.