Tipos de Fracturas Óseas: ¿Por Qué Se Fracturan los Huesos?

Editorial Farmatodo.

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Los huesos son los órganos más resistentes del cuerpo, ellos conforman el esqueleto que le da estructura y sostiene a nuestro organismo. Accidentes graves, golpes fuertes, lesiones deportivas, caídas y, en algunos casos, condiciones preexistentes como la osteoporosis y otras enfermedades, podrían fácilmente causar el debilitamiento de los huesos y, como consecuencia, su ruptura o fractura. Aunque son poco frecuentes, la medicina también ha registrado fracturas por estrés, estas son pequeñas fisuras que se producen por el exceso de uso del hueso.

La ruptura de un hueso es extremadamente dolorosa y, en ocasiones, la estructura rota podría rasgar también la piel. Además del dolor intenso, la sintomatología de una fractura incluye la deformidad de la extremidad, hematomas o hinchazón y dificultad para mover la parte afectada.

Ante la presencia de una fractura, se recomienda que el paciente acuda lo más pronto posible a su servicio médico. En algunos casos la cirugía será necesaria, en otros, la ruptura puede resolverse mediante férula o yeso.

Tipos de fractura: las fracturas se clasifican en varias clases con base en el daño, la causa de la rotura y el patrón o trazo de la rotura.

Fracturas según del daño:

  1. Fractura abierta: estas roturas son muy peligrosas por el daño de infección que representa. Ocurren cuando el hueso partido logra romper también el tejido blando del cuerpo y la piel. En este caso hay presencia de sangre y el hueso es visible.
  2. Fractura cerrada: en oposición a la anterior, en este tipo de rotura el hueso no rasga la piel, es decir, que el daño es solo interno.
  3. Fractura completa: esta sucede cuando el hueso se parte en dos. De acuerdo a la gravedad del caso, esta podría ser también una fractura abierta.
  4. Fractura en tallo verde: también conocida como fractura incompleta, les sucede con frecuencia a los niños y ocurre cuando el hueso, aunque se parte, no se divide en dos.
  5. Fractura simple: el hueso se parte solo en una parte.
  6. Fractura conminuta: es la opuesta a la anterior y ocurre cuando el hueso se astilla o se parte en varias partes.

Fracturas según la causa de la rotura:

  1. Fracturas por estrés: suceden como consecuencia de la fuerza que se imprime sobre el hueso excesivamente y con frecuencia repetitiva. Este tipo de fracturas son comunes en la parte inferior de la pierna, en el talón y en los huesos de los pies, sobre todo en el segundo y tercer metatarso.
  2. Fracturas indirectas: son las más típicas, suceden por la acción de una fuerza extrema sobre el hueso, pero no directamente en el lugar sobre el que se efectuó esta, sino, en un punto distante al impacto.
  3. Fracturas directas: es la fractura que se produce exactamente en el lugar sobre el que la fuerza externa fue aplicada.
  4. Fracturas patológicas: son el resultado de la pérdida de masa ósea o del debilitamiento del hueso por causa de alguna enfermedad o patología, por ejemplo, cáncer en los huesos, osteoporosis, osteogénesis imperfecta, entre otras.

Fracturas según el patrón o trazo de la rotura 

  1. Fractura oblicua: el trazo está alineado con el eje del hueso. Si no hay desplazamiento, las partes fracturadas permanecen unidas; por el contrario, si hay desplazamiento, los huesos se separan.
  2. Fractura en espiral: se produce un patrón en espiral entorno al eje del hueso, también es conocida como fractura de tipo espiroidea.
  3. Fractura lineal: la rotura ocurre en el sentido de la dirección del hueso y el tejido óseo no se mueve o separa; se ve como una fisura.
  4. Fractura transversa: la dirección es perpendicular a la del hueso, es comúnmente provocada por la fuerza de un golpe directo.

Cómo se trata una fractura

La curación de un hueso fracturado implica un proceso de curación largo que necesita paciencia y cuidados. Durante el tratamiento las partes del hueso recuperan su lugar original, con el tiempo el hueso suelda y el paciente puede recuperar el uso normal de la parte afectada. En algunos casos, la terapia de recuperación podría ser necesaria.

Es importante que el paciente que ha sufrido una fractura reduzca los movimientos y evite tocar el área afectada o tratar de recomponer el hueso por sí mismo. Se recomienda, en cambio, inmovilizar la zona mientras acude al servicio médico, lo cual deberá hacer lo más pronto posible para evitar cualquier tipo de complicación o un dolor mayor al que la rotura de un hueso causa por sí misma.

Una vez acuda al servicio de salud, es importante que el paciente o su acompañante informe al personal las causas de la fractura y el momento y la manera cómo esta se produjo. Estos datos pueden brindar al especialista información relevante como los huesos dañados y la localización y el tipo de fractura. Al paciente se le practica una radiografía para precisar los daños y considerar los pasos a seguir.

En el caso de una fractura muy grande o en varias partes, es posible que sea necesaria una cirugía en la que se pongan placas de metal, agujas o tornillos para reubicar el hueso o para volverlo a unir. Si el procedimiento quirúrgico no es necesario, el médico sitúa de nuevo el hueso en su posición natural y lo inmoviliza para que el tiempo haga lo suyo en el proceso de sanación, que puede ser de semanas o meses, según el caso.

Los vasos sanguíneos serán los responsables de cerrar la fractura mientras el hueso continúa la producción de células que también intervienen en el sellado de la fractura. Progresivamente, el hueso roto recupera su fuerza y funciones normales.

En general, una fractura no suele representar un problema grave, sin embargo, en algunas oportunidades, la rotura de un hueso puede ser el punto de partida de afecciones de salud más importantes. Los adultos mayores y los niños son los más propensos a sufrir de este tipo de lesiones, en el caso de los primeros, por la edad y otros factores, las consecuencias suelen ser más preocupantes.

Los accidentes son las causas más frecuentes de fracturas y, aunque es difícil evitar un accidente, sí puedes trabajar para mantener tus huesos fuertes. Llevar una dieta balanceada, rica en calcio y vitamina D, fortalecer tu sistema músculo-esquelético, y acudir con regularidad a tu proveedor médico para evaluar la salud de tu cuerpo, te ayudará a reducir los riesgos. Recuerda que tu cuerpo tiene 206 huesos y que todos ellos son susceptibles de sufrir una fractura, por eso, cuídalos y mantenlos sanos y fortalecidos, eso te hará menos propenso a sufrir una fractura.

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Disclaimer
La información contenida en este blog es revisada por médicos especialistas con la finalidad de brindar un soporte únicamente informativo. Te aconsejamos consultar con tu médico profesional de confianza en caso de presentar cualquier síntoma o querer iniciar o suspender algún tratamiento acorde a las condiciones médicas. Los tópicos contemplados en este contenido no se destinan a tratamientos o diagnósticos. Recomendamos nunca automedicarse y no nos hacemos responsables por la manera en como utilice esta información.

Preguntas Frecuentes


¿Puedo acudir solo al servicio médico si he sufrido una fractura?

Dado que la fractura de un hueso puede causar un dolor intenso, es recomendable que solicite la ayuda de un acompañante. Este puede ayudarle con trámites de rutina, a hacer preguntas y a tener presentes todas las recomendaciones médicas. No obstante, si no cuenta con alguien que acuda con usted, también puede hacer este trámite en solitario.

¿Es necesario volver al médico después de que me pongan la férula?

Siempre será necesario que consulte su especialista de confianza. Él le indicará la fecha de la siguiente visita y es importante que usted asista con puntualidad a la cita, pues es cuando el especialista evaluará cómo va su proceso de sanación y le dará las indicaciones a seguir.

¿Cuáles son las fracturas más comunes?

Entre las fracturas de hueso más comunes se encuentran: fractura de clavícula, mano, brazo, muñeca, fémur, tibia, radio y peroné. Recuerda mantenerlos sanos y fortalecidos para ser menos propenso a sufrir una fractura.