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Función de la vesícula biliar en el cuerpo

Función de la vesícula biliar en el cuerpo

La vesícula biliar es un órgano pequeño, con la forma parecida a una pera, que está ubicado debajo del hígado. Su función principal es almacenar y liberar la bilis, un líquido digestivo fundamental para la descomposición de las grasas en el intestino delgado. Aunque muchas veces pasa desapercibida, su correcto funcionamiento es clave para la salud digestiva.

Este órgano permite que la digestión de los lípidos sea eficiente y evita sobrecargar el hígado con la liberación constante de este fluido. Su importancia radica en que sin ella, la digestión de las grasas sería menos efectiva, lo que podría causar molestias intestinales y una absorción deficiente de ciertos nutrientes.

¿Cuáles son sus funciones principales?

  • Almacenamiento de bilis: este líquido es producido por el hígado de manera continua, pero no siempre se necesita en el sistema digestivo. Por eso, el cuerpo la guarda hasta el momento adecuado.
  • Liberación de bilis: cuando se consumen alimentos con grasa, el organismo envía una señal para liberar la bilis hacia el intestino delgado, facilitando la emulsificación de las grasas y permitiendo su absorción. Este proceso es clave para evitar la acumulación de grasa no digerida y para maximizar el aprovechamiento de nutrientes esenciales.
  • Ayuda en la eliminación de desechos: algunos productos del metabolismo del hígado, como el colesterol y ciertas toxinas, se eliminan a través de la bilis. Esto contribuye a mantener un equilibrio en el organismo, previniendo acumulaciones que podrían derivar en problemas hepáticos o digestivos.

¿Cómo cuidarla y prevenir problemas?

Mantener este órgano en buen estado es fundamental para evitar problemas como los cálculos biliares o inflamaciones. Aquí te dejamos algunos consejos:

  • Llevar una dieta equilibrada: evitar el exceso de grasas saturadas y consumir más frutas, verduras y fibra mejora la salud del sistema digestivo. Una dieta rica en antioxidantes también protege contra la inflamación y el daño celular. Se recomienda incluir grasas saludables como las presentes en el aguacate, los frutos secos y el aceite de oliva.
  • Mantenerse hidratado: el agua ayuda a que la bilis se mantenga en una consistencia adecuada, evitando la formación de piedras. La deshidratación hace que la bilis se vuelva más espesa y propensa a la cristalización. Se sugiere beber al menos 2 litros de agua al día para favorecer una buena función digestiva.
  • Hacer ejercicio regularmente: la actividad física contribuye al buen funcionamiento del sistema digestivo y ayuda a prevenir la acumulación de grasa en el hígado. El sobrepeso y la obesidad están vinculados con un mayor riesgo de desarrollar problemas en la vesícula. Ejercicios como caminar, nadar o practicar yoga suelen ser beneficiosos.
  • Evitar ayunos prolongados: comer a horas regulares favorece la producción y liberación de bilis, previniendo problemas. Pasar muchas horas sin comer puede hacer que la bilis se concentre demasiado, lo que facilita la formación de cálculos. Se recomienda realizar comidas balanceadas cada tres o cuatro horas para mantener el sistema digestivo activo.
  • Reducir el consumo de alimentos ultraprocesados: productos altos en azúcares refinados y grasas trans afectan la calidad de la bilis y aumentan el riesgo de cálculos biliares. Optar por una alimentación natural y casera ayuda a mantener el equilibrio digestivo.
  • Controlar el estrés: situaciones de estrés prolongado perjudican el funcionamiento del sistema digestivo, incluyendo la liberación de bilis. Técnicas de relajación como la meditación o el ejercicio pueden ser útiles.

Otros datos relevantes

Aunque no es indispensable para la vida, su ausencia puede requerir ciertos cambios en la dieta para evitar molestias digestivas. Cuando se extrae debido a problemas de salud, el cuerpo sigue produciendo bilis, pero esta se libera de manera continua en el intestino, lo que genera cambios en la digestión de las grasas. Esto lleva a una digestión más rápida y, en algunos casos, a episodios de diarrea, especialmente después de consumir comidas ricas en grasa.

En caso de presentar dolor en la parte superior derecha del abdomen, náuseas o problemas digestivos tras consumir alimentos grasos, es importante consultar a un especialista para descartar posibles afecciones. Otras señales de alerta incluyen la presencia de ictericia (color amarillento en la piel y los ojos) y heces de color claro, lo que podría indicar un problema en la eliminación de bilis.

Cuidar este órgano es clave para una buena salud digestiva. Adoptar hábitos saludables y prestar atención a las señales del cuerpo ayudará a mantener su correcto funcionamiento por más tiempo. La prevención es la mejor estrategia para evitar complicaciones y garantizar que el sistema digestivo trabaje de manera eficiente.

Preguntas frecuentes

Se forman por un desequilibrio en los componentes de la bilis, como el colesterol y la bilirrubina. Factores como una dieta alta en grasas, el sobrepeso, el ayuno prolongado y antecedentes familiares pueden aumentar el riesgo.

Sí, es posible vivir sin este órgano. Sin embargo, tras su extracción, el cuerpo libera bilis de forma continua en el intestino, lo que puede causar molestias digestivas, especialmente después de ingerir comidas grasosas.

Se recomienda limitar el consumo de grasas saturadas, alimentos ultraprocesados, fritos, embutidos y productos ricos en azúcares refinados, ya que pueden favorecer la formación de cálculos biliares.

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Disclaimer

La información contenida en este blog es revisada por médicos especialistas con la finalidad de brindar un soporte únicamente informativo. Te aconsejamos consultar con tu médico profesional de confianza en caso de presentar cualquier síntoma o querer iniciar o suspender algún tratamiento acorde a las condiciones médicas. Los tópicos contemplados en este contenido no se destinan a tratamientos o diagnósticos. Recomendamos nunca automedicarse y no nos hacemos responsables por la manera en como utilice esta información.