¿Cuál es la función del colon en el organismo?

El colon es un órgano fundamental en el sistema digestivo. Su principal función es procesar los residuos de los alimentos digeridos, extraer agua y minerales esenciales, y preparar los desechos para su eliminación del cuerpo. Aunque muchas veces no se le da la importancia que merece, su correcto funcionamiento es esencial para la salud en general. En este texto exploraremos en detalle la estructura, las funciones y los problemas más comunes que lo afectan.
Anatomía del colon: conócelo
El colon es una estructura tubular con aproximadamente 1.5 metros y está dividido en varias partes:
- Ciego: es la primera porción y se encuentra conectado con el intestino delgado a través de la válvula ileocecal. Aquí comienza el proceso para absorber agua y electrolitos.
- Colon ascendente: se extiende hacia arriba en el lado derecho del abdomen y sigue absorbiendo agua y nutrientes.
- Colon transverso: cruza el abdomen de derecha a izquierda y es donde se produce la fermentación bacteriana de los residuos alimenticios.
- Colon descendente: ubicado en el lado izquierdo del abdomen y almacena los desechos antes de ser eliminados.
- Colon sigmoide: es la parte final, que conduce al recto y realiza la acumulación temporal de las heces previo a ser eliminadas.
Funciones: qué hace este órgano
Absorber agua y electrolitos: aproximadamente el 90% del agua presente en los residuos digeridos es reabsorbida aquí, lo que contribuye a la hidratación del organismo y a que se formen las heces con una consistencia adecuada.
Los electrolitos, como el sodio y el potasio, también son absorbidos por este órgano. Esto ayuda a mantener el equilibrio en los fluidos corporales y el correcto funcionamiento de los nervios y los músculos.
Producción y absorción de vitaminas: el colon alberga muchas bacterias beneficiosas, conocidas como microbiota intestinal, que ayudan a fermentar los residuos alimenticios no digeridos y a la producción de vitaminas importantes: la vitamina K y algunas del complejo B.
Formación y eliminación de las heces: el colon compacta los desechos, los convierte en heces y los almacena hasta su eliminación.
Protección inmunológica: la microbiota intestinal evita que proliferen bacterias patógenas y ayuda a regular la inflamación en el tracto digestivo.
Problemas comunes
- Estreñimiento: ocurre cuando las heces se vuelven duras y secas, dificultando su paso a través del colon. Puede deberse a una dieta baja en fibra, deshidratación, poca actividad física o ciertos medicamentos.
- Diarrea: se produce cuando no hay una reabsorción suficiente agua, lo que resulta en evacuaciones frecuentes y líquidas.
- Colitis ulcerosa: es una enfermedad inflamatoria crónica que provoca síntomas como diarrea con sangre, dolor abdominal y fatiga. Se cree que es una enfermedad autoinmune y requiere tratamiento médico a largo plazo.
- Síndrome de intestino irritable: es un trastorno funcional que provoca dolor abdominal, hinchazón y alteraciones en el hábito intestinal. Aunque no hay una causa específica conocida, el estrés y ciertos alimentos desencadenan los síntomas.
- Cáncer: comienza con la formación de pólipos en la mucosa, los cuales pueden volverse cancerosos con el tiempo.
Consejos para mantener un colon saludable
Mantener un colon saludable no solo mejora la digestión, sino que también ayuda a evitar problemas como el estreñimiento, la inflamación y enfermedades más serias como el cáncer colorrectal.
- Consumir una dieta rica en fibra: la fibra es esencial para la salud, porque facilita el tránsito intestinal, ayuda a prevenir el estreñimiento y promueve un equilibrio en la microbiota intestinal. Se recomienda consumir al menos 25 o 30 gramos al día. Sin embargo, es importante aumentar consumir fibra gradualmente, para evitar molestias digestivas como hinchazón o gases.
- Beber suficiente agua: la hidratación es clave para el correcto, ya que el agua facilita el movimiento de los desechos a través del intestino grueso. Se recomienda beber entre 1.5 y 2 litros de agua al día, aunque esta cantidad puede variar según el clima, la actividad física y las necesidades individuales.
- Hacer ejercicio regularmente: el ejercicio es fundamental para la salud digestiva, ya que estimula la motilidad intestinal y ayuda a prevenir el estreñimiento. Además, el movimiento físico favorece la circulación sanguínea en la zona abdominal.
- Evitar el estrés: el colon y el cerebro están estrechamente relacionados a través del eje intestino-cerebro, lo que significa que el estrés puede afectar el sistema digestivo. Situaciones estresantes generan síntomas como inflamación, dolor abdominal, cambios en el tránsito intestinal e incluso agravar condiciones como el síndrome de colon irritable.
- Realizar chequeos regulares: prevenir y detectar enfermedades tempranamente es crucial, especialmente en personas mayores de 50 años. Sin embargo, si existen antecedentes familiares o síntomas persistentes como sangrado rectal, cambios en el hábito intestinal o dolor abdominal frecuente, se recomienda acudir al médico de manera recurrente.