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¿Gripe o alergia? Cuando te contagias con el virus de la gripe desarrollas estornudos, dolores de garganta y goteos nasales, sin embargo, lo mismo aplica al simple resfriado y, en su mayoría, a la alergia. Entonces, ¿Cuál es la forma correcta de diferenciarlos? Es demasiado complicado. Los tres comparten demasiados síntomas. No obstante, hay pequeñas diferencias en su forma de actuar que te facilitará escoger un tratamiento adecuado.
La Doctora Teresa Hauguel del NIH, una especialista en enfermedades infecciosas, alega que “si conoces lo que tienes, evitarás consumir drogas que no necesitas, que son ineficaces, y que pueden incluso emporar tus síntomas.” Tanto la alergia como la gripe afectan tu sistema respiratorio, interfiriendo con el proceso de respirar. Aquí, la identificación de síntomas es clave. Pero, al ser idénticos, debes prestar detalles a los cambios o la carencia de otros efectos.
Por ejemplo, cuando hablamos de la gripe y del resfrío, ambos son causados por condiciones diferentes. Y por regla universal, los síntomas de la gripe son más graves que su contraparte. Ambos pueden generar dolores de garganta, tos, congestión nasal, goteo nasal y secreciones continuas; no obstante, solo la gripe es capaz de provocar una fiebre alta que dure 72-96 horas. Acompañada por dolores musculares fuertes, molestias generales, fatiga, y dolor de cabeza. Cuando se trata de un resfrío, es poco frecuente que desarrolle alguno de los anteriores.
Cabe aclarar que la gripe tiene sus bases en el “virus de la gripe,” mientras que la alergia tiene su origen en un sistema inmunológico debilitado. ¿No se supone que te debe proteger? Así es. Esta es una respuesta de él tratando de protegerte de un alérgeno o factor desencadenante. Pongamos un ejemplo: si eres alérgico o alérgica al polen, y respiras una flor, las células de tu sistema inmune actuará en tu nariz y vías respiratorias. En este punto se exageran las repuestas ante un evento tan inofensivo. Lo que lleva a hinchar tus tejidos respiratorios, fomentando el goteo nasal y la congestión. De acuerdo con la Doctora Teresa Hauguel, “las alergias provocan lagrimeo en los ojos y picazón en diversas zonas del cuerpo. Estos síntomas no se presentan al desarrollar gripe.”
Según la frecuencia y la gravedad, es normal que el primer signo que se muestre sea la rinoconjuntivitis o la rinitis. Ambos generan picor en la nariz, ardor en los ojos, secreción nasal, estornudos, y problemas para respirar bien. En caso de que perdure, se desarrolla el asma bronquial. Según un estudio, el 80% de las personas que son asmáticas, se debe a que tienen alergias. No olvides que el asma se puede manifestar con tos seca, gracias al ejercicio, al humo del tabaco, o al subir escaleras. Son muchos factores que lo desencadenan.
La gripe se presenta con dolores de cabeza, dolores musculares, articulares generalizados, fiebre alta, y malestares generales. Esto desarrollando una serie de factores secundarios, como, por ejemplo, dolores de garganta, destilaciones nasales, tos, y problemas para respirar.
Debes tener en cuenta que los síntomas varían de gravedad y manifestación; es probable que una persona desarrollo primero los dolores musculares antes que la fiebre, de igual forma, una segunda es capaz de desarrollar dolor de garganta antes que cualquier otro síntoma.
Una vez pasados los tres días de su comienzo, los síntomas empiezan a ceder. Al contrario, los problemas respiratorios se agravan. Uno de los aspectos menos seductores de la gripe es que, en la primera semana, es probable que no se manifiesten síntomas o que sean leves y difíciles de notar. Por ello es natural que dures 2-5 días sintiéndote con mayor fatiga y cansancio.
Otro aspecto que permiten diferir entre la gripe y la alergia es el tiempo que se extienda. Las alergias duran mientras sigas exponiéndote al alérgeno. Puede ser el polen (evita los lugares campestres), puede ser un alimento (no consumas cacao, lácteos, etc.), y puede ser la caspa de un perro (usa champú anticaspa para caninos). Solo tienes que atacar el problema y empezarás a mejorar. Por otro lado, tenemos los resfriados y la gripe. Es normal que ambos duren entre 1-15 días. Si se extienden a más de dos semanas debes consultar a tu médico.
Las personas que tienen resfrío o gripe se pueden recuperar sin ayuda de un agente externo. De hecho, ellos mismos pueden tratarte con remedios naturales. ¿Cuándo tienes que visitar a un especialista? Si los síntomas duran más de 10 días y no se alivian de ninguna forma, es mejor contactar a un especialista. Pero antes debes hacer lo siguiente: descansar e ingerir demasiados líquidos.
En caso de la gripe, es efectivo tomar un paracetamol, un ibuprofeno, o una aspirina con el fin de reducir la fiebre y los dolores de cabeza, musculares, etc. Las alergias son un terreo distinto, aquí es necesario tomar un descongestivo y un antihistamínico. Sin embargo, esto es vital: aléjate de lo que cause la alergia.
Muchos consumen medicamentos sin asegurarse de saber qué están recibiendo. Esto es en extremo peligroso, puesto que, como cualquier otra droga, es probable que experimentes una sobredosis. Nosotros recomendamos evitar la “superposición” de ingredientes. ¿A qué nos referimos con esto? No tomar dos fármacos que contengan un mismo ingrediente en su etiqueta. Es decir, si ambas píldoras que vas a consumir incluye acetaminofén, así una sea para el dolor muscular y la otra para aliviar la congestión nasal, estarías recibiendo una alta dosis de acetaminofén.
La Doctora Hauguel asegura que también debes “informarte acerca de las advertencias, las dosis, y los efectos secundarios de las píldoras o medicamentos que tomas. Si es posible habla con tu médico o tu farmacéutico. En especial cuando tienes niños en casa y están enfermos. Ya que la medicación en exceso y la interacción entre dos medicamentos distintos generan escenarios en los que ninguna persona quiere verse involucrada.”
Disclaimer
La información contenida en este blog es revisada por médicos especialistas con la finalidad de brindar un
soporte únicamente informativo. Te aconsejamos consultar con tu médico profesional de confianza en caso de
presentar cualquier síntoma o querer iniciar o suspender algún tratamiento acorde a las condiciones médicas. Los
tópicos contemplados en este contenido no se destinan a tratamientos o diagnósticos. Recomendamos nunca
automedicarse y no nos hacemos responsables por la manera en como utilice esta información.
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