Colon inflamado: ¿Qué lo puede producir?

La inflamación del colon es una condición que sin duda afecta de manera directa la calidad de vida de quienes la padecen. Esta afección suele ser resultado de diversas causas, que van desde trastornos digestivos hasta factores que se relacionan al estilo de vida que llevamos. Para quienes sufren de esta complicación resulta importante comprender las razones que la generan, pues ello les ayudará a prevenirla o darle un manejo adecuado.
El colon desempeña un papel crucial en la digestión y eliminación de desechos. Cuando se inflama, es normal que provoque síntomas molestos y, en algunos casos, que genere complicaciones más serias para la persona afectada. Por ello, es fundamental identificar las causas comunes de esta inflamación, reconocer sus síntomas y adoptar medidas para mantener la salud intestinal.
Causas más comunes de esta molestia
Algunas de las causas están relacionadas a condiciones médicas crónicas, mientras que otras tienen que ver con el estilo de vida, la alimentación o incluso el estado emocional de la persona.
Enfermedad Inflamatoria Intestinal : esta es una de las causas más importantes y graves. Esta enfermedad implica una serie de trastornos inflamatorios crónicos del sistema digestivo que incluye principalmente dos condiciones: la colitis ulcerosa y la enfermedad de Crohn.
- La colitis ulcerosa afecta directamente al revestimiento del colon y el recto, provocando úlceras y sangrado.
- La enfermedad de Crohn, por su parte, afecta cualquier parte del tracto digestivo, desde la boca hasta el ano, y con frecuencia compromete el íleon (la parte final del intestino delgado) y el colon.
Ambas condiciones generan síntomas como diarrea persistente, sangre en las heces, pérdida de peso y fatiga. Al ser enfermedades autoinmunes, el sistema inmunológico ataca por error el tejido sano del sistema digestivo, lo que mantiene la inflamación activa.
Síndrome del colon irritable: si bien no genera inflamación visible ni daño estructural en el intestino, suele confundirse con otras enfermedades inflamatorias debido a sus síntomas similares. Las personas que lo padecen experimentan dolor abdominal, hinchazón, gases y cambios en los hábitos intestinales, como diarrea, estreñimiento o una alternancia de ambos.
Infecciones intestinales: otra causa común es la infección por agentes patógenos, como bacterias, virus o parásitos. Algunos de los microorganismos más conocidos que pueden causar este tipo de afección son:
- Salmonella
- Escherichia coli
- Clostridioides difficile
- Shigella
- Amebas como Entamoeba histolytica
Estas infecciones suelen adquirirse a través de alimentos o agua contaminada y producen síntomas como diarrea con sangre, fiebre, náuseas, vómitos, dolor abdominal y deshidratación.
Dieta inadecuada: lo que comemos influye directamente en nuestra salud. Una alimentación rica en grasas saturadas, azúcares refinados, embutidos, comidas ultraprocesadas y bajos niveles de fibra altera nuestra microbiota intestinal (el conjunto de bacterias buenas que viven en el intestino) y produce inflamación.
Dietas pobres en nutrientes van a dificultar el tránsito intestinal y provocar estreñimiento crónico, lo que también puede irritar el revestimiento del intestino. El consumo excesivo de bebidas alcohólicas, cafeína o picantes, a su vez, podría actuar como irritante y exacerbar los síntomas.
- Estrés y ansiedad
El intestino está fuertemente conectado con el cerebro a través del llamado “eje intestino-cerebro”, lo que significa que las emociones pueden influir en su funcionamiento. En situaciones de estrés crónico o ansiedad intensa, es común que se presenten alteraciones intestinales como:
- Dolor abdominal
- Cambios en la frecuencia de las deposiciones
- Sensación de inflamación o gases
- Urgencia para ir al baño
Esto ocurre porque el sistema nervioso autónomo, que regula funciones involuntarias como la digestión, podría alterarse en momentos de tensión emocional. A largo plazo, esto contribuye a un ambiente desfavorable para las bacterias beneficiosas del intestino, favoreciendo una respuesta inflamatoria.
Reacciones a medicamentos: algunos medicamentos irritan el revestimiento del colon o alteran el equilibrio de la flora intestinal. Entre los más comunes se encuentran los siguientes:
- Antibióticos (que eliminan bacterias buenas junto con las malas).
- Antiinflamatorios no esteroideos como el ibuprofeno.
- Laxantes usados en exceso.
- Algunos medicamentos quimioterapéuticos.
Intolerancias y alergias alimentarias: personas con intolerancia a la lactosa, al gluten (como en la enfermedad celíaca) o a ciertos carbohidratos fermentables, desarrollan inflamación intestinal cuando consumen estos alimentos. Estos casos no deben confundirse con alergias alimentarias (que involucran el sistema inmunológico), pero sí pueden generar síntomas como:
- Distensión abdominal.
- Gases.
- Dolor.
- Diarrea.
Síntomas más comunes
Los signos más habituales que te indican una inflamación en el colon incluyen algunos de los siguientes:
- Dolor abdominal: generalmente aparece en forma de cólicos o molestias en la zona baja del abdomen.
- Diarrea o estreñimiento: la persona sufre de alteraciones en el ritmo intestinal, a veces alternando entre ambos.
- Distensión abdominal: es común que se presente una sensación de hinchazón o aumento del volumen abdominal.
- Presencia de moco en las heces: este es un claro indicativo de que hay irritación o inflamación intestinal.
- Fatiga: una sensación persistente de cansancio, posiblemente relacionada con la mala absorción de nutrientes.
¿Cómo mantener la salud del intestino grueso?
Para prevenir o aliviar la inflamación del intestino grueso, te recomendamos que tengas en cuenta lo siguiente:
- Dieta equilibrada: incrementa tu consumo de frutas, verduras y alimentos ricos en fibra soluble, como la avena y las legumbres, pues estos favorecen la salud intestinal.
- Mantener una buena hidratación: consumir suficiente agua facilita el tránsito intestinal y previene el estreñimiento.
- Realizar actividad física regularmente: el ejercicio ayuda a regular el tránsito intestinal y reduce el estrés.
- Gestionar el estrés: practicar técnicas de relajación como la meditación o el yoga ayuda a disminuir la incidencia de síntomas digestivos relacionados con la ansiedad.
- Evitar el consumo de tabaco y alcohol: estas sustancias irritan la mucosa intestinal y alterar la microbiota.
Qué evitar para prevenir la inflamación
Hay muchas cosas que puedes hacer para prevenir las molestias del colon. Acá te contamos sobre alguna fundamentales:
- Dejar los alimentos ultraprocesados: los productos con altos niveles de aditivos, conservantes y grasas trans generan inflamación.
- No consumir bebidas carbonatadas y con cafeína: estas aumentan la producción de gases y la irritación intestinal.
- Limitar lácteos enteros: en personas con intolerancia a la lactosa, pueden provocar síntomas digestivos adversos.
- Comidas picantes o muy condimentadas: probablemente irriten la mucosa intestinal en individuos sensibles.
- Estrés crónico: buscar formas de reducirlo es esencial para la salud digestiva.