Causas de la hemorragia menstrual y ¿cómo controlarla?

La hemorragia menstrual abundante, conocida médicamente como menorragia, es una condición que afecta a muchas mujeres y puede interferir con la vida diaria. Se caracteriza por períodos menstruales con un flujo excesivo y prolongado, lo que genera incomodidad, fatiga y otras complicaciones. En este texto vamos a contarte sobre las causas más comunes y las estrategias para controlarla.
Causas: ¿por qué aparece la hemorragia abundante?
Existen diversas razones por las cuales una mujer experimenta un sangrado menstrual excesivo:
- Desequilibrios hormonales: el estrógeno y la progesterona regulan el ciclo. Un desequilibrio entre estas hormonas puede hacer que el endometrio (revestimiento del útero) crezca en exceso y provoque un sangrado más intenso cuando se desprende.
- Fibromas uterinos: los fibromas son tumores benignos en el útero que aumentan la cantidad de sangre durante la menstruación. Dependiendo de su tamaño y ubicación, también causan dolor y presión en la pelvis.
- Pólipos endometriales: los pólipos son crecimientos pequeños en el revestimiento del útero que generan hemorragias abundantes e irregulares, especialmente en mujeres de mediana edad o en perimenopausia.
- Trastornos de la coagulación: algunas mujeres tienen afecciones que afectan la capacidad para coagular. En ciertos casos esto provoca períodos menstruales más intensos y prolongados.
- Dispositivos intrauterinos: dispositivos intrauterinos de cobre como método anticonceptivo puede generar un aumento en la cantidad y duración.
- Endometriosis y adenomiosis: la endometriosis ocurre cuando el tejido similar al endometrio crece fuera del útero, mientras que la adenomiosis ocurre cuando este tejido crece dentro de la pared muscular del útero.
- Cáncer del útero o del cuello uterino: aunque es menos común, el cáncer uterino o cervical es una causa de hemorragia menstrual anormal. Es fundamental consultar con un médico si hay cambios repentinos en el ciclo.
¿Cómo controlar la hemorragia abundante?
- Mantener una alimentación equilibrada: consumir suficientes alimentos ricos en hierro, como espinacas, lentejas y carnes magras, ayuda a prevenir la anemia. La vitamina C también es clave, ya que mejora la absorción del hierro. Evita el exceso de cafeína, alcohol y comida ultraprocesada. Si tienes deficiencia en el hierro, consulta a tu médico.
- Evitar el estrés: técnicas como la meditación y el yoga ayudan a reducir el impacto que genera el estrés.
- Ejercicio regular: mantenerse activa mejora la circulación sanguínea y a regular el ciclo menstrual. Actividades como caminar, nadar o pilates son muy beneficiosas.
- Evitar el consumo excesivo de cafeína y alcohol: estas sustancias alteran los niveles hormonales y aumentar el flujo sanguíneo en algunas mujeres.
Tratamientos médicos: algunos tratamientos médicos son una opción muy útil y necesaria. Ten en cuenta siempre las recomendaciones dadas por tu doctor.
- Anticonceptivos hormonales: las pastillas anticonceptivas, parches y anillos hormonales ayudan a regular el ciclo menstrual y reducen el sangrado al controlar los niveles hormonales.
- Dispositivos intrauterinos con progestina: a diferencia del DIU de cobre, los dispositivos con progestina disminuyen el flujo menstrual o incluso lo eliminan por completo.
- Medicamentos antifibrinolíticos: fármacos como el ácido tranexámico reducen el sangrado en un 30 o 50 % al ayudar a la coagulación.
- Analgésicos antiinflamatorios: medicamentos como el ibuprofeno y el naproxeno son útiles para minimizar esta afectación.
- Suplementos de hierro: los suplementos ayudan a evitar la fatiga y otros síntomas de anemia en casos más complejos.
Procedimientos médicos y quirúrgicos
- Ablación endometrial: un procedimiento que destruye el revestimiento del útero para reducir o detener el sangrado abundante. Es una opción menos invasiva que la histerectomía.
- Miomectomía: si los fibromas son la causa, se pueden extirpar mediante cirugía, permitiendo preservar el útero.
- Histerectomía: en casos graves o cuando otros tratamientos no han funcionado, se puede optar por la extirpación del útero como solución definitiva.
- Dilatación y curetaje (D&C): este procedimiento consiste en raspar el revestimiento del útero para reducir el sangrado excesivo.
Cuidados para controlar la hemorragia menstrual abundante
Si padeces de menorragia, es fundamental adoptar ciertas medidas para reducir los síntomas y mejorar tu bienestar. Estos cuidados incluyen hábitos diarios, monitoreo de la salud y seguimiento médico adecuado.
Llevar un control del ciclo
- Mantén un registro de cuánto dura tu período y su cantidad. Puedes usar una aplicación móvil o un calendario para anotar los días y los síntomas asociados.
- Observa si hay coágulos y la frecuencia con la que necesitas cambiar la toalla sanitaria o tampón.
- Si notas cambios inusuales en tu ciclo, consulta con tu médico.
Alimentación adecuada y suplementación
- Aumenta el consumo de hierro: como perder sangre puede provocar anemia, es recomendable incluir alimentos ricos en hierro como espinacas, carnes magras, lentejas y frutos secos.
- Incluye vitamina C: esta vitamina mejora la absorción del hierro, por lo que consumir cítricos, pimientos y fresas ayuda mucho.
Hidratación y descanso adecuado
- Mantente bien hidratada para compensar los líquidos perdidos y ayudar a tu circulación sanguínea.
- Descansa lo suficiente y evita el agotamiento físico.
Manejar el dolor y el sangrado
- Aplica calor en el abdomen con una compresa tibia para aliviar los cólicos y relajar los músculos uterinos.
- Toma analgésicos antiinflamatorios como ibuprofeno o naproxeno bajo supervisión médica para reducir tanto el sangrado como el dolor.
Ropa y productos adecuados para la menstruación
- Usa ropa interior absorbente o productos de higiene menstrual diseñados para flujo abundante, como toallas nocturnas o copas con alta capacidad.
- Evita prendas muy ajustadas si sientes hinchazón o molestias en el área pélvica.
Realizar actividad física moderada
- Practicar ejercicio ligero como caminar, yoga o pilates permite a regular el ciclo y reducir la inflamación.
- Evita ejercicios fuertes durante los días en que tienes un flujo.
Control médico y seguimiento
- Consulta regularmente con un ginecólogo para evaluar la causa y recibir el tratamiento adecuado.
- Si tu médico te receta medicamentos o anticonceptivos para controlar la hemorragia, sigue las indicaciones.
- Si experimentas síntomas como mareos, debilidad extrema o sangras por un tiempo prolongado, ve inmediatamente a un especialista.